Cancha marcada, confianza limitada
Hace unas semanas el Congreso promulgó la ley de desarrollo constitucional para establecer los límites a la Cuestión de Confianza que puede presentar el Gobierno dejando claro que no procede para los asuntos que son exclusivos y excluyentes del Parlamento. Así, el proyecto de ley que ha enviado el Gobierno al Congreso pidiendo facultades legislativas sobre asuntos tributarios, demuestra que es atribución constitucional del Parlamento aprobarlas o no.
Dicho de otro modo, el Congreso tiene la facultad, la exclusividad, la atribución de aprobar o desaprobar la solicitud de facultades legislativas y el Gobierno no puede hacer Cuestión de Confianza por su aprobación. Es decir, el Congreso puede rechazar la aprobación del proyecto de ley sin que el gobierno pueda hacer Cuestión de Confianza.
Uno de los aspectos que fue debatido en el Parlamento para la aprobación de la ley de desarrollo constitucional, fue el hecho de que el Gobierno podía hacer Cuestión de Confianza sobre los proyectos de ley que enviaba al Congreso, es decir que el Gobierno quería al Congreso como una mesa de partes, dejando al Parlamento sin su atribución de aprobar o desaprobar los proyectos de ley que recibía del Gobierno, rompiendo la garantía constitucional de los congresistas de no estar sujetos a mandato imperativo. Debemos tener en cuenta, además, que cuando el Congreso pide opiniones técnicas al Gobierno para la elaboración de las leyes éstas no son vinculantes.
Es decir que el Congreso no está obligado a incluir esas opiniones en el texto que podría aprobar por cuanto los parlamentarios, además de no estar sujetos al mandato imperativo, son soberanos y están protegidos constitucionalmente por las opiniones y votos que realizan.
Para tenerlo claro ¿ya?; el trámite de la aprobación de un proyecto de ley por el Congreso incluye la discusión, modificación, rechazo o aprobación de cualquier iniciativa legislativa venga de donde venga, siendo una atribución exclusiva del Parlamento, y el Gobierno no tiene la facultad de hacer Cuestión de Confianza si el proyecto de ley que remite al Congreso es rechazado.
Es importante aclarar la exclusividad legislativa del Parlamento, porque hay sectores que, por ignorancia o con el propósito de generar confusión en las atribuciones parlamentarias, tratan de confundir a la opinión pública para seguir sembrando la discordia y enfrentar al Congreso y el Gobierno.
Antes de la aprobación de la ley de desarrollo constitucional la Cuestión de Confianza no tenía límites. Se hizo bien en marcar la cancha.
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