Castillo y Acuña, aliados de la ruina moral del Perú

Hace un par de meses califiqué a César Acuña en este mismo diario como “el buitre de la política peruana”. A pesar de lo dura de la expresión, el tiempo solo ha reafirmado mi convicción de que su maquinaria es corrupta y corruptora. Uno de los cánceres morales del país. Arquetipo de la antipolítica y el método clientelar más ramplón.
Afincado en el esquema educativo a lo largo y ancho del Perú genera empleo -profesores, personal administrativo- para construir su aparato y alumnos a los que supuestamente le pródiga oportunidades de educación superior. Y digo supuestamente puesto que todos hemos sido testigos de cómo las universidades del chotano son fábricas de tesis al por mayor y por tanto de profesionales sin las herramientas necesarias para consolidarse laboralmente. Un esquema básicamente de estafa educativa del que la Sunedu debió dar cuenta hace tiempo.

Protagonista de muchas campañas exitosas en varias elecciones regionales y locales cuenta con un número importante de alcaldes, regidores y otros funcionarios que le permiten proyectar influencia y por tanto ser un potencial aliado subnacional importante para cualquier Presidente de la República. En esa línea fue compinche de Vizcarra y hoy es escudero desvergonzado de Castillo, que en parte es su creación; recordemos que el alcalde de Anguía/Chota -socio de la corrupción del sombrero- es de APP, su partido. También tomemos en cuenta que la tesis con problemas de Castillo es de la UCV.

En la elección de la última Mesa Directiva del Congreso estuvo sometiendo a un chantaje permanente a la oposición a cambio de quedarse con la Presidencia para su grupo, lo que finalmente consiguió. Hace valer su docena de votos de tal manera que nada de fondo se defina sin su anuencia y potencial ganancia. Y por ahora ello le ha estado funcionando, con blindaje al falso profesor de Palacio incluido. Hasta tiene a familiares de connotados fiscales cercanos a su partido habiendo sido excandidatos al Parlamento. Sus dañinos tentáculos no han dejado de crecer en los últimos años.

Pienso que todos los demócratas del país debiéramos impulsar una campaña de antivoto contra todos sus candidatos a alcaldías y gobiernos regionales en octubre. Mientras menos posiciones institucionales tenga APP será más sencillo deshacernos de su chantaje. Esto resulta de importancia capital en particular en el norte del Perú donde apuesta a ganar gobernaciones y alcaldías. Debemos impulsar el voto de castigo para él y su partido por apañadores de Castillo Terrones.

A juzgar por la forma como actuó el hermano parlamentario de Acuña, quien de un modo u otro es una suerte de topo o puente con el izquierdismo radical congresal para César Acuña Peralta, podríamos pensar que Virgilio Acuña también puede tener un nivel de coordinación alto con el fundador de APP. Y esto es importante y grave puesto que aparentemente Virgilio ha pagado la reparación civil del recién liberado Antauro. Si mis sospechas son fundadas lo que tendríamos es que el mandamás de la UCV tiene también nexos o lazos con la expresión más radical y premoderna de la política nacional, responsable del asesinato de policías.

César Acuña juega a ser indispensable y permanente en cualquier circunstancia. Debemos combatirlo en cada uno de esos escenarios. La limpieza moral del país no debe agotarse con Castillo y Perú Libre, debe extenderse a Acuña y todas sus maniobras y apuestas.

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