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¡Cero en economía!

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Fecha Publicación: 15/06/2019 - 21:50
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En abril la economía creció cero, en realidad 0.02 %, que en términos prácticos y estadísticos es lo mismo. Mientras tanto el hombre de Palacio celebra un supuesto aumento de popularidad.

El “abril cero” confirmaría que el ministro de Justicia Vicente Zeballos no se fue por la libre cuando habló de volver al Estado empresario. Eso habría sido un globo de ensayo oficialista para conocer la reacción a tamaño despropósito; pues de no ser así la cabeza de Zeballos ya hubiese rodado, y si no rueda prontito abrochémonos los cinturones porque significa que el Gobierno no tiene la más peregrina idea de cómo revertir la debacle económica en la que nos empieza a sumir. ¿La única idea emanada de las mediocres mentes que asesoran al Presidente sería volver al Estado empresario socialista? Esto explicaría los coqueteos con los rojos del Congreso y el común afán de destripar a la Constitución, o al menos su capítulo económico.

Con suerte, y mucha, el Producto Bruto Interno, PBI, crecerá 3 % este año (las proyecciones fueron 4 %, ahora de 3.7 % y bajando). Vale recordar que la economía de un país es tan grande como su PBI y tan próspera como el aumento de este. El “abril cero” es una pésima noticia que resulta de la incertidumbre política generada por el propio Vizcarra, amén del nulo manejo de los conflictos socio-ambientales y de factores como la baja de las manufacturas, de las actividades extractivas (minería e hidrocarburos) y de la pesca.

La economía peruana aumentó sostenidamente desde julio del 2006. Es más, durante los cinco años de gobierno de Alan García (2006-2011), el promedio anual de crecimiento fue de 7.2 %, y se logró surfear la recesión mundial sin sobresaltos, salvo el mes de julio del 2009 con un crecimiento negativo de -1.4 %, esto en un contexto de crisis global. En abril de 2017, con Kuczynski en el poder tuvimos otro abril nublado (0.3 %).

La economía anda tembleque, pero el oficialismo no busca repatriar los 3,600 millones de dólares de oro peruano incautado en Miami; tampoco lo robado por las mafiosas constructoras brasileras ni los multimillonarios sobrecostos (“riesgos adicionales”) de sus socios locales, a los que Vizcarra no se atreve a llamar corruptos y la Fiscalía salva de la prisión que merecen.

¿A dónde llevará al Perú este ingeniero que pecha al Congreso y quiere imponer sus reformas políticas? Señor, recuerde: ¡nadie votó por usted! “Nadies”, para que lo entienda mejor.