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Como la vida misma, se gana y se pierde

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Fecha Publicación: 17/06/2022 - 22:00
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Por Willy Terry Sáenz

Hace unos meses escribíamos sobre el estrecho vínculo entre el deporte y la música criolla; y hoy por un tema de actualidad, proponemos un análisis referido al título de esta columna.

Nuestro historial futbolístico, nos ha ido desplazando desde siempre por las sendas del triunfo y también por las de las derrotas; porque esa es la naturaleza de un deporte en el que tiene que haber un ganador y un perdedor. El que se mueva el alicaído gallinero periodístico con apasionamientos en contra o a favor, nunca significó que no esperáramos al siguiente partido con la misma emoción, ansiedad, optimismo, patriotismo y cánticos guerreros en las gargantas. Al día siguiente el triunfo o el fracaso quedaron atrás; así como los balances, titulares, críticas y demás especulaciones. El futbol peruano seguirá como la vida misma, consciente de su presente con miras a lo que viene; la Copa América, el 2026 o cuanto torneo se presente. Pero siempre estará; como deporte de masas, como símbolo de unidad colectiva, como estandarte de efervescencia patriótica y de cantar el vals Contigo Perú.

Lo mismo que con la música criolla; se habrán idos las grandes glorias; habrá terminado la época dorada; Felipe Pinglo no prolongó su inconmensurable genética musical; Avilés y Hayre no tendrán quienes ocupen sus lugares; la reina y señora no entregará su corona; pero saben qué?, nuestra música criolla siempre estará, también como la vida misma; consciente de su presente; de sus nuevas voces aunque sin corona, de sus nuevos autores aunque sin el don divino del bardo inmortal de marcar un hito en el cancionero, y de sus nuevos músicos y arreglistas, que a pesar del contexto adverso en el que se desenvuelven, le sacan lustre a su profesión y talento diciendo presente en cuanto escenario les toque trajinar.

El clásico parafraseo criollo: HAY QUE SABER PERDER, se pone de manifiesto y obliga a una inmediata reflexión, aunque no se practique; disfrutemos del triunfo si, pero aprendamos también cuando nos toque perder. Filosofía simple y directa.

El primer pitazo da inicio al partido y el pitazo final lo culmina; pero inmediatamente después viene el siguiente partido, como la vida misma. El futbol peruano y el vals Contigo Perú, tendrán siempre un vínculo que se proyecta en unión umbilical, lo demás es referencia, la tribuna lo sabe.

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