¿Con quién nos asociamos?

¿Qué es mejor, ganar mucho hoy o ganar poco durante un largo tiempo? La teoría dice que el valor de un flujo económico es el resultado de traer a valor presente lo que se espera generar en el futuro. Así las cosas, indiferente de si el importe es poco o mucho, si se trata de algo que perdura en el tiempo, la probabilidad de que valga más que un “one shot”, es alta.

Cuando planificas un negocio, y sobre todo, cuando piensas en asociarte con alguien, debes pensar en el permanente aporte que ese potencial socio te puede traer. Un aporte puntual y sorprendente y que no tiene cómo repetirse puede deslumbrarte y puede hacerte sonreír por un momento, pero no necesariamente es justificación suficiente para decidir asociarte. Una asociación, sea esta legal o no, es un “matrimonio”, y si no la analizas con cuidado, puedes equivocarte, y de manera fea. Cuando piensas en asociarte con alguien debes analizar en detalle los pros y contras de tu decisión en el mediano plazo. Y no solo es importante el aporte técnico o de conocimientos, sino es igual de importante el carácter y la personalidad de ese potencial socio. ¿Es complementario a ti o es redundante? ¿Te aporta lo que no tienes? ¿Te suma en el mediano plazo o solo en el corto plazo? El “qué” puede ser algo puntual que te aportan, pero el “quién” es algo que perdura, es la esencia de nuestro nuevo “partner”. Y es el valor presente de ese “quién” lo que termina siendo hasta más importante en esa asociación. Luego de analizar los pros y los contras, y por más amistad o cercanía que tengamos, pongamos en blanco y negro en un papel nuestro acuerdo. Tratemos de ser lo mas detallistas posibles y aunque parezca innecesario y hasta ofensivo, procuremos no dejar fuera nada de lo conversado. Y, si podemos, después de que firmemos ambos el papel, guardémoslo o, mejor aún, mandémonoslo por correo o whatsapp de manera que quede constancia de que ambos conocemos el contenido. Definamos una fecha de revisión del acuerdo y a trabajar se ha dicho.

Si hemos pensado bien con quién nos asociamos, más que en qué nos trae de un momento a otro podemos dedicarnos a trabajar con tranquilidad y esmero y evitar distraernos de nuestro fin principal inicial, que es el de hacer crecer nuestro negocio.