Ricardo Aguirre Arriz

En diciembre fue la última vez que la Reserva Federal Americana subió las tasas de interés y con ello cerró el ciclo de alzas de los últimos anos. La tasa subió de prácticamente cero a un rango entre 2.25% y 2.50%, y se prevé que se quede allí durante todo el 2019.

Aunque en nuestro país no muchas empresas cotizan en bolsa y tampoco hay muchas pensando en hacerlo, sí es cierto que muchos peruanos invierten, directa o indirectamente, en acciones. Siendo así, ¿cuántas veces hemos creído que podemos predecir la evolución del precio de una acción y hemos comprado o vendido acciones por ello?

Cada día escuchamos más sobre la importancia de contar con directores independientes en las empresas. Y no solo en las privadas, sino también en las públicas.

La presencia de la Asociación promotora de la inversión extranjera en nuestro país “inPERU”  en Madrid, junto con el viaje de Vizcarra y la invitación especial realizada al Perú para participar en la feria de Arte Contemporánea ARCO, han puesto de moda - al menos por unos días - la relación entre Perú y España.

De la misma manera que la caída de la imagen de Alan García hizo prácticamente desaparecer al Apra, la caída en picada de la imagen de Keiko Fujimori terminará por hacer desparecer a Fuerza Popular. Lo mismo pasó con Toledo y el partido de la Chakana.

Aunque suena horrible, estoy seguro de que más de uno ha oído a algún conocido decir que “el principal problema del Perú es que hay muchos peruanos”. Pues, en muchas ocasiones pareciera que eso es verdad, que nosotros mismos nos metemos cabe.

¿Qué es mejor, ganar mucho hoy o ganar poco durante un largo tiempo? La teoría dice que el valor de un flujo económico es el resultado de traer a valor presente lo que se espera generar en el futuro. Así las cosas, indiferente de si el importe es poco o mucho, si se trata de algo que perdura en el tiempo, la probabilidad de que valga más que un “one shot”, es alta.

Hoy toca hablar sobre nuestros líderes. No, no sobre nuestros líderes políticos –gracias a Dios–, sino sobre nuestros líderes empresariales. Aquellos que generan empleo, que saben generar valor para la sociedad y que terminan siendo los principales artífices del bienestar económico de una nación.

En nuestra columna del 25 de agosto último, titulada “A seguir curioseando”, mencioné algunas actitudes que debemos tener para mantenernos vigentes en el mundo empresarial actual. Mencioné la curiosidad, la osadía, la importancia de dar el todo, la flexibilidad y la autoexigencia.

Cuando finalmente logramos tener los esperados excedentes, nos encontramos con la maravillosa incertidumbre de qué hacer con ellos. Primero pagamos nuestras deudas, ¿y luego?

Tengo cercanía con dos empresas muy distintas pero que comparten una situación patrimonial similar. Ambas son empresas productivas con muy buena evolución y existen hace varias décadas. Ambas tienen una buena estructura de balance y son reconocidas por sus clientes.

¿Cuántas veces hemos oído hablar sobre “trabajar desde casa”? Seguramente que muchas. Desde que apareció internet, oímos de personas que trabajan desde prácticamente cualquier lugar. Mientras que tengamos acceso a internet, y seamos medianamente duchos en el uso de herramientas informáticas, podremos trabajar casi donde queramos.