Conectividad y digitalización: más que tecnología, deuda pendiente con el Perú

En pleno siglo XXI, hablar de conectividad y digitalización ya no es solo una cuestión de innovación tecnológica: es una cuestión de justicia social, de equidad y de desarrollo. En el Perú, país de contrastes geográficos y culturales, la brecha digital no solo persiste, sino que muchas veces se profundiza, dejando a millones de peruanos fuera del acceso a oportunidades clave como la educación, la salud, el trabajo y la participación ciudadana.
Durante la pandemia, se hizo evidente una verdad incómoda: no todos los peruanos pudieron conectarse al mundo digital. Niños que subían a los cerros en busca de señal, docentes que improvisaban clases por WhatsApp, familias enteras compartiendo un solo celular. Esa precariedad digital mostró cuán lejos estamos de la tan mencionada “inclusión digital”.
La digitalización debería ser una autopista que acerque, que una, que democratice. Pero cuando las condiciones de acceso son tan desiguales, esa misma autopista se convierte en un privilegio para unos pocos. Mientras en Lima se habla de inteligencia artificial, en muchas comunidades de la sierra y la selva aún se lucha por una señal de internet estable o por una antena de telefonía.
Sin embargo, no todo es pesimismo. Hay iniciativas valiosas, tanto del sector público como privado, que buscan cerrar esta brecha. Proyectos de fibra óptica, plataformas educativas gratuitas, centros de innovación tecnológica en regiones, jóvenes emprendedores digitales que desde provincias están transformando su entorno. El potencial está ahí. Solo falta voluntad, visión y una política nacional coherente y sostenida.
El Perú necesita comprender que la conectividad no es un lujo, es una herramienta de desarrollo humano. Cada niño que no puede conectarse, cada agricultor que no accede a precios de mercado en línea, cada emprendedor que no puede vender por internet, representa una oportunidad perdida para el país.
Digitalizar no es simplemente llevar internet. Es formar ciudadanos digitales críticos, creativos, capaces de usar la tecnología para resolver problemas, para crear valor, para generar impacto. La transformación digital requiere infraestructura, sí, pero también requiere educación, inclusión y liderazgo.
La verdadera conectividad es la que une a todos los peruanos, desde la costa hasta el último caserío de la selva. Solo cuando logremos eso, podremos decir que vivimos en un país verdaderamente digital.

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