ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Cuando un músico se va

Imagen
Fecha Publicación: 28/05/2022 - 21:30
Escucha esta nota

Por Willy Terry

Cuando un músico se va el barrio llora dos veces, el corazón se estremece cuando un músico se va. Cuando un músico se va queda en el alma un vacío, queda todo lo vivido, queda trunca una amistad. Cuando un músico se va, se va con su alegría, se va con su tristeza, se va con la certeza que lo recordarán. Cuando un músico se va, de tan hondo pesar, las ganas de llorar invaden doblemente; será la realidad que a la razón reclama y al corazón proclama que ya no lo verán. Cuando un músico se va, de tan hondo pesar, las ganas de llorar invaden doblemente; porque en algún lugar se encuentra triste y solo, su instrumento sonoro que ya no se oirá…

Necesario recordar estos sentidos versos, que nos deja oír a manera de reflexión la respetada intérprete Lucy Avilés. Es una fragua que enluta su calentura, poniéndole un crespón a ese bendito horno que por más de 50 años produjo un torrente de sabrosura y musicalidad.

Se trata de la partida de don Carlos Orozco Cubas, a quien deseo brindar una merecida reseña por el honor de su amistad y por ese perfecto equilibrio que supo encontrar entre el rigor del pentagrama y lo expresivamente vivencial.

Músico con formación académica, experiencia, talento y liderazgo que bien supo conciliar con una admirable calidad de persona. De exitosa trayectoria como director musical, compositor, arreglista y en la formación de músicos destacados que brillaron con su Orquesta La Fragua de Surquillo.

El jirón Inca del musical distrito llorará dos veces, parafraseando los versos iniciales y el título de la canción salsera que Carlos le dedicara a nuestra célebre Chabuca Granda, “Estás llorando”, luego de su sensible partida.

Se nos fue en paz; paradoja de serenidad y música caliente; con esa sonrisa amable y tan llena de honestidad.

Abrazo a la familia; al barrio; a la promoción 64 de la GUE Ricardo Palma; a los compañeros del Conservatorio Nacional de Música del 66; a los amigos de la Escuela Naval del Perú y del CITEN; a los integrantes de la Banda de Músicos de la Fuerza Aérea del Perú.

Carlos Orozco Cubas pertenece a esa pléyade de artistas populares que nunca se irán. Pendón que pocos ostentan y que refrenda el hecho de que todo valió la pena. Descanse, maestro.

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookTwitter Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.