Cueto debe presidir la Mesa Directiva del Congreso
La presidencia de la Mesa Directiva del Congreso debe recaer en el almirante José Cueto Aservi, so riesgo de que continúe el servilismo con el gobierno de Boluarte en un año electoral. Cueto, de las filas de la bancada Honor y Democracia, encabeza una lista cuyo denominador común es su independencia frente al Ejecutivo y una fórmula pluripartidaria que permitirá tomar distancia de una mandataria cada vez más impopular, populista y en riesgo de ser vacada.
La independencia romperá el pacto tácito entre César Acuña y Dina, más un sector de impresentables, que ha permitido al régimen la sobrevivencia a costa de aceptar la inercia en la gestión del Estado pese a la censura de un gabinete ministerial y una serie de cambios sectoriales erráticos.
A partir de este 28 de julio el país debe prepararse para dos cosas que requieren supervisión y fiscalización estrictas: un proceso de elecciones generales absolutamente intachables, y la preparación de una transición gubernamental transparente.
En el camino hay, además, contingencias graves en las cuales la Mesa Directiva del Congreso podría tener que asumir un rol híperprotagónico. Por ejemplo, no puede ignorarse que el conflicto minero informal se desborde y haya necesidad de adoptar un régimen de excepción. Tampoco puede dejar de considerarse la necesidad de medidas radicales si la violencia criminal se infiltra en las elecciones tal como ha ocurrido en Ecuador y Colombia. Y no puede descartarse la vacancia presidencial.
Frente a situaciones extremas se requerirán decisiones parlamentarias serenas pero drásticas, y no cabildeos bajo la mesa como los que actualmente se dan con el Ejecutivo. Hay, adicionalmente, cuestiones que exigen una Mesa Directiva intachable, como la urgencia de intervenir al Ministerio Público y hacer una profunda reforma fiscal; y, aunque parezca remoto, asumir el mando de la nación en caso se frustren las elecciones si se llegase a invalidar el 46 % de los votos ante la enorme dificultad de un sufragio que debe elegir a diputados, senadores regionales, senadores nacionales, fórmula presidencial y Parlamento Andino.
La lista contendora no da talla para estos retos. La encabeza José Jerí, del cuestionado partido Somos Perú y acusado por violencia sexual y desobedecer una orden judicial al no someterse a un tratamiento psicológico y a una evaluación psicosexual. Aliado, además, de la izquierda retrógrada y continuista del pacto con Boluarte.
La elección ad portas debe, en suma, ser de celebración y no de lamento.
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