De PPK a Boluarte
Este lodazal es el final de la historia escrita por Pedro Pablo Kuczynski. El inicio fue su alianza con la izquierda radical, los ‘Fujimori Nunca Más’ y la cofradía caviar. Boluarte es la cereza del pastel de un PPK que necesita de ella para que olvidemos su pusilanimidad y su bendición al robo monumental de Odebrecht, gracias al Decreto 003, y su maltrato a procuradoras como Julia Príncipe, Katherine Ampuero y Jenny Vilcatoma.
La torpeza boluartiana de que su insignificante canciller saludara a Cuba en nombre del Perú, por un aniversario más de su dictadura criminal, es similar a la presencia de PPK en la foto de ese montaje llamado ‘Acuerdo de Paz’ entre Colombia y las FARC, cuyo resultado, según la Misión de la ONU (hasta septiembre de 2024), fueron asesinados 432 firmantes de paz, entre ellos 11 mujeres y 56 indígenas. En el gobierno del terrorista del M-19, Gustavo Petro, la violencia es creciente. Petro ha abierto nuevos procesos de paz con disidencias y terroristas del ELN, sin avances.
Según el Consejo Noruego para Refugiados (NRC), desde que se firmó la “paz”, han sido desplazadas 1.5 millones de personas, por amenazas, combates armados, despojo de tierras, minas antipersonales, entre otros. Y en la foto del embuste estará PPK, y la historia lo recordará por eso y por haberle abierto las puertas del Estado peruano a la izquierda radical en vez de negociar previamente, antes de la segunda vuelta, acuerdos mínimos con Fuerza Popular, con quien su movimiento compartía varios puntos programáticos e ideológicamente más cercanos. Pero no. Como Boluarte, jamás actuó como presidente y fue un simple empleado de una carroñera élite empresarial internacional, entre la que no podía faltar George Soros; ese judío que a los 14 años su padre hizo pasar por cristiano, encargando a un oficial nazi que lo protegiera.
Soros ayudó a su perverso protector a confiscar los bienes de su propio pueblo que huía de la persecución, de los campos de concentración, del Holocausto. Muchos años más tarde, esa miseria humana, al ser preguntada si se arrepentía, sonriente dijo: “No, y es gracioso, es como en los mercados. Si no lo hacía yo, lo hubiera hecho cualquier otro”. Esa entrevista está en la página de YouTube ‘Fortis Est Veritas’.
Gente como esa apoyó a PPK —que ya tenía credenciales de ladrón desde el primer belaundismo— para que les ayude a saquear el Perú.
Boluarte es una mujer andina, madre y abogada. Salió de RENIEC para acompañar en la plancha a Vladimir Cerrón, y tras que este fuera inhabilitado, quedó como vice del golpista Pedro Castillo. De ella no sabemos a qué intereses responde, algunos creen que a los de Cerrón, pero está más sola que nadie y alejó a varios de sus ministros más preparados.
La abogada Madeleine Osterling Letts escribió: “Su suerte ha devenido en impredecible, podrían vacarla este 2025, según amenazas de su protegido Cerrón y los ánimos de nuestro diletante Congreso”.
Se vocea que será en abril. Quizá como PPK, debería renunciar.
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