Desactivación económica
La anunciada reactivación económica parece más un intento de desactivación del modelo económico, base del mayor bienestar del Perú en los últimos treinta años. Varias luces rojas no están siendo apagadas por el vizcarrato. La bancada congresal de Acción Popular, tan amancebada con el de Palacio, ha propuesto retomar el modelo socialista de la Constitución de 1979, y el presidente de chiripa ‘no sabe, no opina’.
El Frente Amplio planteó gravas con más impuestos a las “grandes fortunas” (mayores de dos millones de soles). Sobre el tema solo se ha conocido un tibio comentario del Ejecutivo en el sentido de que aún hay techo como para no tener que cobrar más a quienes más tienen (paradójicamente se afectaría a los mayores generadores de empleo). Y, ¿cuándo no quede “techo”, Vizcarra y su ministra de Economía aceptarán la propuesta del Frente Amplio?
Este gobierno creó el inútil préstamo Reactiva que solo dará algo de oxígeno a empresas cuyo destino final es la quiebra. Una de las condiciones de Reactiva es el no reparto de utilidades en tanto el préstamo permanezca impago.
Tal exigencia contraviene el artículo 114 de la Ley General de Sociedades (LGS) al irrogarse un derecho de la Junta General de Accionista, legalmente el único foro autorizado para decidir sobre ese tema. La ilegal condición demuestra la vocación intervencionista del actual régimen, al afectar los derechos de los accionistas de empresas. ¿El vizcarrato busca generar desconfianza en los inversionistas, en el modelo de empresa de la economía libre?
En plena pandemia ayer se aprobó duplicar la capacidad del aeropuerto internacional Jorge Chávez, como si estuviésemos en recuperación del flujo turístico pre Covid-19. Aún no existen protocolos sanitarios homogéneos consensuados internacionalmente ni un transporte libre de virus; las líneas aéreas tienen deudas acumuladas por US$ 120 mil millones de dólares. La lógica indica que en los próximos años arribaran menos turistas y por ende menos naves. Esta obra en el Jorge Chávez corresponde a la primera fase del plan de reactivación económica, mientras millones de compatriotas pierden sus empleos, otros tantos no tienen acceso al agua limpia y los hospitales nacionales y clínicas privadas colapsan. Bonita manera de propiciar el desprecio por las empresas concesionadas y/o privatizadas.
Vizcarra ha convertido al Perú en el segundo país de la región en contagios por millón. En agosto los muertos por Covid-19 se quintuplicarán, según el Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington. El mandón, sin embargo, parece solo querer quebrar el modelo. ¿Del ritmo liberal del Chino bailaremos al “swing” comunista de Martín?