Desentenderse de la política
Un buen amigo tiene la costumbre de andar buscando frases célebres, aunque no las guarda para sí, sino que tiene la sensatez de compartirlas, lo cual nos enriquece a muchos más con estas frases históricas que ayudan a mejorar la humanidad.
Una de las frases que he recibido últimamente es de Platón, que, aunque la conocía, no la tenía presente. Dicha frase señala que “El precio de desentenderse de la política es ser gobernado por los peores hombres”, entendiendo por “hombres” a ellos y también a las damas en la actualidad, pues antaño les estaba vedado el ejercicio gubernamental, salvo en las monarquías.
La enseñanza de Platón es valiosísima, y más en estos tiempos en que hay hartazgo sobre la materia política. Los ciudadanos comunes y corrientes están más interesados en el día a día, en buscar trabajo en los innumerables casos en que no lo tienen, en “recursearse” con “cachuelos” adicionales para completar la canasta básica familiar, en hacer algunos estudios que les permitan ascenso económico y social, o simplemente en buscar posibilidades en el exterior, ya que en nuestro país no las encuentran. Por supuesto, todo esto con la preocupación por la inseguridad y el aumento de la delincuencia.
La gente joven, principalmente, dejó de leer los diarios y, en cuanto a las revistas, menos aún; además, el número de estas sigue descendiendo. En lo que se refiere a la televisión, el interés de las personas se ha reducido, y peor aún cuando se trata de programas políticos, muchos de ellos aburridos o circunscritos a mera crónica policial. Los jóvenes están en la era digital, recibiendo información a través de las redes sociales, pero dejando de lado el acontecer político.
El desentenderse de la actividad política lleva a lo que Platón advirtió tres o cuatro siglos antes de nuestra era, y tan cierto es que lo podemos certificar a diario. Muchos de los que llegan a dicha actividad no solo no dan la talla, sino que dan vergüenza.
No se puede generalizar, pues también hay gente buena y comprometida, pero, penosamente, abundan los badulaques y mequetrefes, que llegaron a los cargos quizás por obra de birlibirloque, y creen que con sus estridencias y malas formas captarán el favor popular. Incluso hay churrupacos, físicos y mentales, que ni empinándose dan la talla para llevar sobre sus hombros responsabilidades públicas.
Evidentemente, cuando se dejan espacios vacíos y la gente seria, honorable y competente se distancia de la política, esos espacios se llenan con cualquier cosa, y es lo que hemos descrito en el párrafo anterior.
Si queremos que la política mejore, las personas con aptitudes deben involucrarse cuanto antes mejor, ya que con sollozos y arrepentimientos por no haberlo hecho, no solucionarán nada.
Tenemos un proceso electoral ad portas en abril de 2026, y desde ahora las personas con condiciones, sean varones o damas, deberían comprometerse con la actividad política para tener un Perú mejor.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.