Deshaciendo los argumentos de la criminalidad organizada
Nos han hecho creer que se han organizado una serie de bandas criminales nacionales e internacionales, que de pronto decidieron dedicarse a la extorsión de empresas de servicio público y pequeños empresarios, habiendo emprendido asesinatos de los que supuestamente se niegan a pagar, saliendo asesinados: choferes, vendedores ambulantes y recicladores.
En investigación penal, el interés en la comisión del delito siempre nos lleva a encontrar a los verdaderos autores, los que se benefician de los efectos del delito, por lo que, si analizamos que la extorsión a los choferes de mototaxis y buses no está buscando obtener un beneficio económico ilícito, sino, notoriamente, matar a los choferes para generar pánico colectivo por la envergadura de asesinatos continuos de este sector de la población; podemos advertir que no se trata de organizaciones criminales comunes que pretenden conseguir beneficios ilícitos de pagos mensuales de cupos, sino de bandas organizadas con el fin de provocar terror en la población, por los atentados contra la vida de cualquiera que viaja en un vehículo de transporte público, es decir, más del 80 % de la población urbana.
Por lo que debemos admitir que nos estamos equivocando al pedirle al gobierno que resuelva una problemática de grave inseguridad ciudadana utilizando a los mismos recursos humanos que está usando para generar esta situación, en manifiesta colusión con la organización criminal internacional que está provocando el mismo caos en todos los países con gobiernos sometidos a sus dictados de destrucción de las naciones.
La crisis policial y gubernamental que ha provocado las declaraciones del Monstruo en Paraguay, respecto a su actuación criminal por encargo de las más altas autoridades del gobierno y de partidos políticos, con depósitos millonarios por estos “trabajos”, solo ha abierto la caja de Pandora, que estaba rebalsando de sangre inocente que clama por justicia.
Ver que el crecimiento de la criminalidad más perversa en todo el mundo es parte del plan de desmoralizar a las naciones para tomar dominio de ellas e imponerles la identificación digital con la marca de la Bestia; y que en el Perú ha tomado las características de oficializar la delincuencia policial, al encomendarles coordinar con las bandas criminales, nos lleva al convencimiento de que los argumentos de cadena perpetua para los criminales y la construcción de más cárceles no resolverán nada.
Bastaría reemplazar este gobierno por uno de verdad, capaz de enfrentar moralmente la destructiva agenda internacional, de llevar adelante un plan de transformación de la conciencia moral de nuestra nación, y de tomar medidas decisivas de reingeniería institucional y social, para que podamos volver a las calles con el corazón tranquilo y la visión de un futuro de bien y de paz.
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