Despolarización política
Tengo la sensación, quizá como la mayoría de los peruanos, de que la polarización está empeorando en nuestro país, más que la clásica división entre izquierda y derecha ahora es el “fujimorismo” y el “antifujimorismo”; esta situación es muy mala para todos en nuestras vidas, marcando aún más las distancias entre nosotros, la animosidad es creciente, llegando al punto de dejar de querernos y perder amistades , situación que resulta por demás preocupante. Entonces ¿qué debemos hacer para reducir la polarización en nuestra vida cotidiana? ¿Cómo no perder la conexión y comunicación con nuestros pares políticos? El punto de partida para entender o comprender la polarización es la división política, la misma que tiene como base una profunda división moral. Amén de nuestro color o simpatía política, lo que nos debe llamar a la unidad deben ser los valores como la igualdad, la justicia, el cuidado y protección contra cualquier tipo de daño, la lealtad, el patriotismo, el respeto a la autoridad, la pureza moral; de acuerdo con nuestra simpatía -o antipatía- política sabremos priorizar dichos valores, la división moral no es mala, solo es cuestión de entenderla. Percibimos, por ejemplo, una gran polarización cuando se habla del matrimonio o la unión civil entre personas del mismo sexo; algunos argumentarán lo siguiente: “tienen derecho de amar a quien elijan”, “tienen los mismos derechos que cualquier otro peruano”; la respuesta no se dejará esperar en sentido contrario. Los valores morales de las personas son sus creencias más profundas, siendo capaces de luchar y hasta morir por ellos, lo que nos plantea la interrogante ¿Por qué debo renunciar a eso solo para estar de acuerdo contigo en algo que tú no estarás de acuerdo conmigo? Este ejercicio dialéctico debería hacernos pensar en no solo cambiar nuestro punto de vista, sino también nuestra escala de valores. Existen temas donde quizá todos estaremos de acuerdo: el cuidado del medio ambiente; el problema surge cuando este tema es utilizado como bandera para fines políticos subalternos, escucharemos frases de un lado y de otro: “estamos causando daño al ecosistema”, “debemos tomar medidas ahora para evitar la destrucción de nuestro planeta”, “es de vital importancia contar con bosques, agua potable y cielo limpio”, “la contaminación de los lugares donde vivimos es muy desagradable”, “reducir la contaminación ayudará a preservar el lugar donde vivimos”. Si de clasificar se trata, podríamos separarnos en pro ambientalistas, protectores del medio ambiente, etc. Como vemos, más allá de nuestra adhesión o no a un determinado partido político o ideología, tenemos más convergencias que divergencias y debemos respetar las escalas de valores de cada persona o de cada partido político, algunos priorizarán temas que los demás no consideran importantes, pero no por ello innecesarios. Recordemos nuestras clases de geometría básica: la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta (en geometría plana), siendo así, mal hacemos yendo de derecha a izquierda y de izquierda derecha; establezcamos el derrotero a seguir como país y sigamos esa línea. Es momento de reconstruir el Perú, y debemos hacerlo a pesar de los malos políticos, a pesar de los medios, a pesar de las redes sociales, a pesar de todas las cosas que nos dividen; hagámoslo porque será para bien, ese odio, resentimiento y desprecio que fluye en nosotros nos desdibuja como personas y amenaza a nuestra sociedad; si realmente amamos a nuestro país, es momento de conectarnos, ni un momento más de odio, tampoco debemos permitir que se nos odie. Pongamos en práctica la empatía y el respeto. ¡Empatía y respeto es lo mínimo que le debemos a nuestros conciudadanos!