Díganle sí a Dina

El constitucionalista Lucas Ghersi calificó el discurso de la presidenta Boluarte “muy profesional y de los mensajes más constructivos en los últimos años”. Lo dijo en Perú21, y tiene razón, pues no hubo propuestas contrarias a la institucionalidad. “Ninguna segunda reforma agraria para ganar aplausos irresponsablemente. Hemos escuchado a una Dina con una mano extendida de reconciliación a todos los peruanos”.

Acierta Ghersi cuando dice que “fue un error pedir perdón”. Y es cierto. La presidenta no puede pasársela pidiéndole perdón a personas que ni siquiera son familiares de los muertos en los alzamientos de Puno y Ayacucho, tras el golpe de Estado del infradotado mental Pedro Castillo.

Los que gritan “Dina Asesina” creían que al fin el Perú era castro-chavista, del comunismo rebautizado socialismo del siglo XXI, era una realidad, pero no, el elegido les salió asno y para suerte del mundo esa mente perversa y portentosa que fue Fidel ya no estaba y su carismático elegido Hugo Chávez, tampoco, así que el castro-chavismo es un amasijo de ratas-rateras, sin carisma y en agonía.
Acá el subnormal Pedro Castillo dio un golpe sin el apoyo de nadie.

En Colombia, hasta hace pocos días, el ex terrorista del M-19 y hoy inútil presidente, Gustavo Petro, tenía a poco de cumplir un año en el gobierno (que alcanzó con el 50.51%) una desaprobación de más de 68%. Veremos qué guarismo subterráneo le regalan los colombianos, ahora que su hijo Nicolás y la ex esposa de éste, fue detenido ayer por lavado de activos y enriquecimiento ilícito, y el tetudo de Petro papá escribió en Twitter “Cómo persona y padre me duele mucho tanta autodestrucción y el que uno de mis hijos pase por la cárcel […] A mi hijo le deseo suerte y fuerza. Que estos sucesos forjen su carácter y pueda reflexionar sobre sus propios errores”. Así condena el presidente de Colombia a un delincuente, por más hijo suyo que sea.

El escándalo obviamente está vinculado con la campaña presidencial. Ah y por cierto la tal Daysuris, ex de Petro hijo, lo acusó de tener vínculos con narcos y contrabandistas, así como de recibir millones para la campaña del papá, que usó para darse una vida a todo trapo en Barranquilla, (y el papi ni cuenta). El raterín era diputado por el movimiento político del papi, el Pacto Histórico. Qué bonita familia.

En Chile, Boric metió la pata con los chinos y le tiraron el precio del cobre al suelo; está contra el reloj para ingresar su reforma tributaria al Congreso y el hombre que se alucinaba un redentor tiene una desaprobación de más de la mitad del país, incluido de los suyos. Boric es de los que si algo le puede salir mal, le saldrá peor. La presidencia ha sido su karma, no su triunfo.
Llegó la hora antirrojicaviar. Díganle sí a Dina si los llama para algún cargo. ¡Porfis!

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