A dos años del golpe de Estado de Martín Vizcarra

Hace unos días, en el marco de un conversatorio organizado por la plataforma virtual #ElApraVuelve, sobre Sendero Luminoso, en el que participaron el líder del GEIN Benedicto Jiménez, el periodista Víctor Tipe, el ingeniero industrial Christian Llerena, familiar de una víctima de la demencia senderista, la comunicadora Úrsula Chamochumbi e Iván Arenas se planteó una idea fuerza muy potente. En la alocución de éste último, el comunicador e intelectual Iván Arenas afirmó que había que “disputar la historia”, refiriéndose a la construcción narrativa que la izquierda marxista intelectual limeña y la radical popular asentada en el magisterio habían edificado alrededor de las causas y la valoración de la violencia de las huestes de “Gonzalo”.

Me quedé pensando en lo esgrimido por Arenas a propósito de que este jueves se cumplirán dos años del cierre del Parlamento que ejecutó Martín Vizcarra. Y en este hecho, a pesar de ser corto el tiempo que ha pasado, también debemos “disputar la historia” con decisión y firmeza. Veamos, el relato que la izquierda marxista y los funcionales al poder de ese entonces quisieron vender/imponer es que esa disolución fue constitucional. Entonces el moqueguano contaba con alrededor de 70% de aprobación y no faltaron los “Cairos”, abogados ambiciosos y arribistas, con algo de prestigio académico que salieron en los medios de comunicación -muchos alineados con el golpe- a pontificar la pulcritud constitucional de ese atropello. Incluso se valieron del absurdo concepto de “negación fáctica” de la cuestión de confianza. Una aberración jurídica-intelectual.

Hoy, 24 meses después, se sabe que Vizcarra no sólo es un corrupto por Chichero y todo su expediente en Moquegua sino que además se vacunó anticipadamente mientras decenas de miles de peruanos morían. Hoy, dos años después por fin el Parlamento desarrolló adecuadamente el asunto de la confianza cerrándole el paso a futuras arbitrariedades en forma de “denegación fáctica”. Vizcarra ha sido inhabilitado y el favor popular del que gozaba se ha visto dramáticamente reducido.

Sin embargo no se repite con la suficiente firmeza que lo ocurrido el 30/09/2019 fue un golpe de Estado en toda su dimensión. Esto es vital, pues los desórdenes institucionales del vizcarrato ven su coronación con el golpe, el cual en cierto sentido es causante de lo que vivimos hoy día. Vizcarra y su maltrato a las instituciones democráticas generan las condiciones para que un radicalismo como el de “Perú Libre” llegue a la segunda vuelta. Castillo en Palacio de Gobierno es el fruto indirecto del golpe de Estado.

Quiero aprovechar estas líneas para informar a los lectores de Diario Expreso que el Partido Aprista ha presentado una querella contra Vladimir Cerrón por difamación agravada, ya que el señor Cerrón reiteradamente ha afirmado sin pruebas que el Apra asesinó a su padre.

Deberá retractarse de esa mentira. Esta iniciativa surgió en una conversación entre quien escribe estas líneas, José Pimentel Santiváñez y el brillante abogado constitucionalista Miguel Estela La Puente, de quien fue la idea de la querella.

Para más información, adquiere nuestra versión impresa o suscríbete a nuestra versión digital AQUÍ.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.