Ecopapel de residuos agrícolas

Desde algunos años atrás, investigadores encontraron que es posible fabricar papel y derivados con restos de cultivos como el arroz, el trigo, la cebada, el maíz, el cáñamo y la caña de azúcar. Se conoce que alrededor del 80% de las cosechas se quedan sin utilizar y miles de millones de toneladas de residuos agrícolas se queman cada año.
Según un estudio de la FAO, la paja y el bagazo son insumos importantes para la industria del papel, en tanto que el bagazo y las astillas de lino lo son para la de paneles. Teóricamente, de las plantas fibrosas se obtiene celulosa para fabricar papel, pero el número de especies utilizables tiene limitaciones técnicas y económicas.
En esta búsqueda, Peter van Rosmalen, fundador de PaperWise, encontró que los restos de arroz, trigo, cebada entre otros se pueden convertir en pulpa y fabricar un excelente papel y cartón. En una entrevista reciente, el empresario destacó que, en diversas partes de India y China, queman los residuos agrícolas, sin saber que tienen un potencial comercial y que ayudan al desarrollo sustentable. Apostó así por la sostenibilidad y visitó fábricas de papel, encontrando que utilizar los residuos es mucho más caro que emplear la pulpa de los árboles para hacer papel. Sin embargo, encontró un empresario con visión ambiental en la India, quien puso su fábrica de papel a disposición.
A la fecha, el papel y el cartón de PaperWise son entre un 20% y 30% más caros que los de la competencia. Lo resaltante es que, si se compara con el papel y el cartón fabricados a partir de árboles, los productos de esta empresa tienen un 47% menos de impacto en el medio ambiente y un 29% inferior al del papel reciclado, resultados del análisis realizado por Ivam, una compañía de investigación sobre sostenibilidad.
Los productos hechos en base a los restos agrícolas se han vuelto populares para el público que apuesta por materiales amigables con el planeta, por ello es que los productos de esta empresa, desde agendas, etiquetas, bolsas, envases de cosméticos se han vuelto populares. A tal grado que la facturación ronda los 2.5 millones de euros. Además, de contar en su cartera de clientes con grandes empresas neerlandesas como KPN, Jumbo y Albert Heijn.
Dell es otro ejemplo, ha innovado con el uso de bambú y hongos en sus envases y ahora trabaja en emplear la paja del trigo para fabricar cajas que la empresa fabrica en China para enviar sus productos. Es cuestión de investigación, voluntad y apoyo para emplear lo que la naturaleza ofrece y crear sin impactar al planeta.

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