Ecuador: democracia en riesgo

Ecuador está bajo ataque del llamado ‘socialismo del siglo XXI’ o narco-castro-chavismo, enquistado en Bolivia, Colombia, Chile, Brasil, Venezuela, Nicaragua, entre otros. Lo que enfrenta con valentía e inteligencia el joven presidente Daniel Noboa es un intento de golpe de Estado, como bien lo ha denominado el político boliviano Carlos Sánchez Berzaín.

Las bandas criminales son el brazo de lo que ideó Fidel Castro para hacerse del continente. Aquí las activaron para bajarse al presidente constitucional Manuel Merino de Lama, infiltrando a criminales en las marchas de jóvenes indignados ni ellos saben por qué. Hubo, por supuesto, dos muertos: los prontuariados Inti y Bryan, considerados mártires por la generación más desorientada que ha parido el Perú. Usando a esos muertos, la izquierda extrema impuso a Francisco Sagasti, admirador de los terroristas del MRTA, de inspiración castrista; tan simpatizante de esos criminales que atesora los autógrafos de dos de los que tomaron la embajada de Japón en Lima.

El socialismo del siglo XXI usa a las pandillas, bandas y demás grupos criminales como sus entes de ataque, son los fuertes brazos del narco-castro-chavismo para ayudar a derrumbar la democracia en la región. Intentaron derrocar a Dina Boluarte con la colaboración de los ponchos rojos del pedófilo altiplánico Evo Morales, causando estragos en Puno y otros puntos del Perú. No lo lograron, pero le clavaron el mote de Dina asesina porque la presidente impuso el orden. Eran, supuestamente, manifestantes “pacíficos” que destruyeron e incendiaron propiedad privada y pública, y calcinaron a un joven policía dentro de un patrullero.

A Daniel Noboa no le temblará la mano para erradicar la lacra narcoterrorista en su país. Y puede que denuncie al Pacto de San José con su Corte Interamericana de Derechos Humanos (de los maleantes y asesinos). Ecuador es hoy escenario de lo que los expertos llaman “guerra híbrida” y no es casual, estas revueltas responden a la receta del ‘socialismo del siglo XXI’ de la coca y el comunismo.

Ecuador retornó a la democracia gracias al presidente Lenin Moreno, al que siguió Álvaro Lasso, un empresario muy tibio, y el arribo de Noboa al poder, tras el asesinato del candidato Fernando Villavicencio. Lo que ocurre en Ecuador lo advirtió en 2009, Francisco Huerta Montalvo. Una nota del diario web Infobae recuerda que Huerta Montalvo dijo que su país sería tomado por las organizaciones del crimen transnacional, “si continuaba el desmantelamiento de las instituciones de seguridad pública y del Estado”. Lo dijo en televisión cuando la libertad de expresión estaba bajo amenaza; Huerta Montalvo fue alcalde de Guayaquil, ministro de Estado y diplomático.

Esas mismas fuerzas quieren destruir al Perú lanzándolo a la fosa comunista. El crimen trasnacional crece, muta, se adapta y en esa evolución, sin pausa, se perfecciona. Se ha consolidado en la región como una megaempresa financiada por el narco, el tráfico de armas, la trata de mujeres y de niños.
Esos mercenarios son capaces de vender a sus madres. ¡Merecen ráfagas de plomo!

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