El APRA y sus retos en el mediano plazo

El panorama político nacional, que dicta que no existe oposición parlamentaria para todo efecto práctico y que el gobierno de Boluarte busca más la sobrevivencia que otra cosa y que es carente de predicamento social y de velocidad de decisión, impone la necesidad de la vuelta a la política. El Perú necesita partidos políticos de verdad y no de franquicias electorales o carrozas de aventureros.

En ese contexto la reinscripción del APRA -producida a fines de marzo- es una enorme responsabilidad para los que nos reivindicamos herederos del pensamiento de Haya de la Torre. La vuelta de la estrella representa una inmensa oportunidad para enarbolar la bandera del cambio en libertad, cuestión desaparecida del debate público. Pienso que las tareas son múltiples, pero podría enumerar 6 en esta columna de diario EXPRESO, para conocimiento de sus lectores y si les parece que se sumen al fortalecimiento de una gran institución, a punto de cumplir 100 años:

Uno: "Construcción y difusión de una narrativa alternativa". Las últimas décadas han estado marcadas por la difusión de una narrativa que pretende ser hegemónica desde la academia, con gran estruendo propagandístico; el Apra no ha contestado adecuadamente a esa realidad, teniendo los elementos y las personas para hacerlo. Es por ello que debemos volver a acercarnos a los centros de producción de pensamiento. Es clave convocar a los profesores universitarios y a los profesores de escuela apristas o filoapristas, que compartan nuestra visión del país, para terminar de moldear nuestra narrativa

Dos: "Construcción de un nuevo programa mínimo para la justicia social", que dentro de su estructuración además de los grandes proyectos de infraestructura, de las reformas constitucionales, de la reforma del Estado, etc., centre su prédica en la llamada “agenda social”, es decir las demandas desatendidas de las mayorías nacionales en estos últimos años, señalando sus puntos básicos sector por sector: productores del campo, pescadores artesanales, emprendedores, pequeños mineros, etc.

Tres: "Extender y fortalecer el aprismo por todo el país". Nos hemos reinscrito ante el Jurado Nacional de Elecciones con menos de 80 comités. El partido debe estar fortalecido en algunos meses en al menos 120 provincias. Con especial interés en las zonas altas del sur andino, en la sierra. Incluso tener presencia en el Vraem. Llegar donde otros no llegan. Difundir los valores democráticos no dejándole la cancha libre al radicalismo marxista.

Cuatro: “Actualizar las estrategias de comunicación externa e interna del PAP”. Los planteamientos se deben expresar en clave de modernidad y ser cada vez más temáticos. Lógicamente pasa también por ingresar a los medios locales/regionales.

Cinco: "El posicionamiento de la estrella debe ser claro en la izquierda democrática".

El APRA es un partido de cambio social. El mensaje de “paz con justicia social” que enarbolamos desde el PAP nos distancia de la izquierda marxista radical y también de la derecha. Debemos incidir más en ello ya que la propaganda antiaprista quiere identificarnos con expresiones de la derecha nacional.

Seis: "Consolidar y compartir la interpretación pública del panorama internacional". Hace falta en el país una mirada que entienda el proceso continental y los desafíos. Por ejemplo, la irresponsabilidad perversa que acaba de hacer Boric en Chile y el tema migratorio en donde ha actuado como el dictador bielorruso Lukashenko, usando mujeres y niños como arma arrojadiza. Ello no parece casual sino algo coordinado en la lógica Petro/AMLO.

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