El carro ganador, el espiral del silencio y el Gobierno

El mundo de las comunicaciones engloba dos conceptos muy interesantes y que tienen que ver con el comportamiento psicológico de las personas. El primero es el denominado “bandwagon”, llamado en castellano el “carro ganador”, y el segundo es el llamado Espiral del Silencio. El primero se refiere a la tendencia de las personas a opinar igual que la “mayoría” para no ser marginadas, sin importar si esa opinión “mayoritaria” es correcta. El segundo se relaciona con el silencio que guardan las personas para manifestar sus opiniones, evitando así ser víctimas de aislamiento. Así, las personas primero analizan su opinión y, si es contraria a la de la “mayoría”, deciden quedarse calladas con el propósito de no sufrir, como se dice ahora, un bullying mediático.
Este comportamiento social de las personas es lo que más o menos sucede en el país: las personas, con tal de no ser “apanadas”, repiten argumentos de la “mayoría” y tienen temor a manifestar su propio pensamiento, aun cuando crean tener la razón.
Por ejemplo, el gobierno ha dispuesto un mayor control sobre la vida laboral y financiera de los extranjeros, además de realizar un control sobre el alquiler de las viviendas que habitan. Esta medida es positiva, ya que hay un sector de extranjeros ligados a la delincuencia, pero muchas personas prefieren callarse. Lo mismo ocurre con las restricciones en el transporte de dos personas en motocicletas: los afectados salen a protestar por sus derechos, sin importarles el derecho de los demás, a sabiendas de que esta medida es transitoria mientras enfrentamos picos de asesinatos y robos realizados por personas que viajan emparejadas en motocicleta.
Las personas que optan por subirse al “carro ganador” y quedarse en el “espiral del silencio” deben darse cuenta de que su actitud debilita al gobierno y genera inestabilidad política en el país, y lo que es peor, alimenta a los sectores extremistas que buscan el caos.
El mundo real, aquel que permite que la economía siga creciendo, y el mundo de las redes sociales, donde muchas personas afirman tener la “fórmula” para salvar al Perú, son dos cosas diferentes. Dejemos de dar corazones rojos y pulgares arriba a los mensajes de TikTok y Facebook que intentan generar caos e inestabilidad social en el país, y apoyemos los comentarios sensatos.
Este gobierno es mucho mejor que el que tendríamos con Pedro Castillo, y no seamos mezquinos para reconocerlo.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.