ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

El fuego quema

Imagen
Fecha Publicación: 03/10/2019 - 22:10
Escucha esta nota

Antiguo aforismo señala que quien con fuego juega, termina quemado y, esto es lo que viene sucediendo con el Presidente Vizcarra y su Consejo de Ministros, y también con el Congreso.

Si bien es verdad que quien tiene la fuerza es el Presidente, ella tiene que ser empleada dentro de la Constitución y la ley, pero si ellas se infringen y se violenta el orden jurídico, hay consecuencias tarde o temprano como lo demostró el golpe de Estado de Alberto Fujimori del 05 de abril de 1992, que cerca de varios lustros después los golpistas terminaron procesados penalmente y encarcelados, incluyendo a los militares que no respetaron su juramento constitucional.

Desde hace algunos meses el Poder Ejecutivo y el Legislativo vienen en un pulseo innecesario, olvidando que la Democracia es diálogo, búsqueda de consensos, de acuerdos, incluso de conciliaciones y hasta transacciones políticas.

Las posiciones duras e intransigentes a nada conducen, salvo a generar discordia, enfrentamientos innecesarios y, como acaba de suceder, al rompimiento del orden constitucional que, en lugar de solucionar los problemas, los agravan en alto grado.

En el caso que estamos tratando, se ha recurrido incluso al disfraz, al maquillaje supuestamente conceptual, por el cual sin que haya existido una votación de cuestión de confianza oportuna, se interprete por el Presidente de la República, que hubo una tácita denegatoria de la confianza, pues se comenzó a elegir a los nuevos miembros del Tribunal Constitucional sin haber tenido en cuenta la pretendida cuestión de confianza.

Por otro lado, el Congreso de la República actuó con retardo en otorgar la confianza, saltada a garrocha por el Gobierno Nacional, aunque ella no podía generar la disolución del Congreso, que además de ser opcional, solo se puede dar con dos censuras del Gabinete Ministerial o de dos cuestiones de confianza denegadas al iniciarse las tareas de nuevo Consejo de Ministros. Y no lo digo solo yo, así fue la posición de Carlos Torres y Torres Lara (El Peruano 11-05-1994) y la opinión de los más connotados constitucionalistas como Domingo García Belaunde, entre otros.

Penoso lo que se ha visto, más penoso lo que se ha escuchado del Presidente de la República y de varios parlamentarios, pero muchísimo más grave es que el país se paraliza, las inversiones por lo menos se postergan en espera de definiciones y cumplimiento del orden jurídico, la pobreza se incrementa, y la fuerza laboral se reduce por la falta de oportunidades.

No podemos olvidar que, en este mundo globalizado, en que para gobernar se requiere apoyo crediticio internacional, ello no se da cuando se incumplen los estándares mundiales de derechos humanos, medio ambiente o democracia. ¡Mucho cuidado!

La disolución del parlamento, la suspensión al Presidente de la República y los manifestaciones sociales con tendencia a la violencia, no solucionan nada, por lo que es necesario que realmente se ponga por delante el interés del Perú, no de palabra sino en hechos.

El escenario cambió, quizás para avanzar convenga elecciones generales, sin exclusiones y por período completo.