El futuro aplaude
Imagino un Perú con ciudadanos lectores, un país que haya leído a Manuel González Prada, un país que sepa diferenciar los postulados de Haya y de Mariátegui, un país con memoria; un país con hombres y mujeres marchando hacia el futuro, exigiendo cárcel para los políticos que no cumplieron sus promesas de campaña, cárcel para quienes incumplieron sus planes de gobierno, cárcel para quienes traicionaron a sus electores, cárcel para quienes prometieron que no firmarían tratados que atenten contra la empresa peruana y los firmaron, cárcel para quienes juraron que se retirarían de la política si la justicia los ponía bajo sospecha, cárcel para quienes prometieron luchar por el agua y enfrentarse a los intereses privados y terminaron cediendo frente a ellos, cárcel para quienes prometieron bajar el IGV y lo elevaron, cárcel para quienes remataron y promovieron el tráfico de tierras; imagino un país que se levanta indignado contra quienes durante décadas lo saquearon, lo postergaron, lo remataron, lo vejaron, lo empobrecieron, lo humillaron, lo arrinconaron, imagino un país cantando eufórico nuestro himno nacional mientras avanza señalando a los traidores, un país coreando el Masa de Vallejo, un país sin miedo, un Perú sin rencor, un país que se moviliza por amor. El Presidente de la República ha propuesto adelanto de elecciones. “Que se vayan todos”, es el clamor popular y aquel clamor exige un congreso joven, un congreso sin aves de rapiña, un congreso sin asalariados por los cárteles del narcotráfico, un congreso sin los representantes de partidos que nos depredaron. Este momento es una oportunidad histórica, de nosotros depende sentar las bases de una nueva república, de un nuevo pacto social que garantice el respeto y la convivencia. Volvamos a Pájinas Libres, a la poesía social de Scorza, Rose o de Corcuera, pensemos cómo habrían razonado los fundadores. El futuro aplaude el adelanto de elecciones, el pasado chilla.