El método Alinsky
El antropólogo y activista de izquierdas Saul Alinsky (1909-1972) –ídolo de varios líderes del partido demócrata estadounidense– sostenía que “El primer paso en la organización comunitaria es la desorganización comunitaria”. Hillary Clinton hizo su tesis de licenciatura sobre él y contando con su asesoría.
La muerte del afroamericano George Floyd por la brutalidad de la policía de Minneapolis está siendo usada como caballito de batalla para tratar de desorganizar a la comunidad, reorganizándola contra el presidente Donald Trump y los valores de libertad, provida y patrotismo que representa. Los grandes medios se han sumado al juego levantando el tema del racismo, tan superado en Estados Unidos que su ex presidente, Barack Hussein Obama II, es mulato de padre negro nacido en Kenia. Mientras tanto, esos mismos medios callan el repudio de la comunidad negra por el uso político del caso Floyd, y le bajan el volumen a las declaraciones del actor Morgan Freeman destruyendo el discurso progresista sobre el racismo, al calificar de estupidez la creación del “Mes de la raza Negra,” pues considera que “la historia de los negros, es la historia de Estados Unidos”. Vale recordar que Freeman es afrodescendiente. Ver: https://www.youtube.com/watch?v=2LNtxuM1vFY
La imagen de caos social promovido por los medios norteamericanos solo refleja desesperación ante la enorme posibilidad de que Trump sea reelecto este año. Antifa es el movimiento plagado de comunistas que lleva de las narices a una serie de desadaptados para realizar actos violentos, sincronizados, y evidentemente financiados. ¿Por quién? Algunos señalan al multibillonario George Soros, el mismo que bancó la artificial “Marcha de los Cuatro Suyos” y disfrazó al alcohólico, mitómano y ladrón Alejandro Toledo de redentor del Perú.
Alinsky impulsó la “backyard revolution” (revolución de los patios traseros de las clases obreras) a través de renovadas organizaciones comunitarias, desorganizarlasmetódicamente, como que trata de hacerse nuevamente en Estados Unidos; se está intentando aquí y ha avanzado tanto en Chile contra el presidente Piñera. Según la receta solo hay que agitar, antagonizar, adoctrinar y organizar. Es decir, aprovechar el resentimiento, ventilar las hostilidades, profundizar las controversias y romper el modelo de vida de las comunidades complacientes para convertirlas en combativas.
Dos libros resumen la receta de Alinsky: ‘Reveill for Radicals’ (Toque de Trompeta para radicales) de 1946 y ‘Reglas para Radicales’ (1970), este último con once puntos. La regla primigenia reza: “El Poder no es solo lo que tienes sino lo que tus oponentes creen que tienes. Si tu organización es pequeña, oculta tus números en la oscuridad y haz bulla para que todos crean que tienes más seguidores de los que tienes”. Algo muy fácil gracias a la gran prensa, esa prostituta global.
