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El odio a la ‘China’

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Fecha Publicación: 07/07/2023 - 22:30
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La animadversión hacia Keiko Sofía Fujimori Higuchi es sistemática, permanente y viene de atrás. Le cargan la hostilidad que un sector del país tiene contra su padre, Alberto Fujimori, como si ella fuera la extensión de su progenitor. El antifujimorismo es un sentimiento, no llega a ser un movimiento, que congrega a la izquierda progresista y a un grupo de clase alta. Divide la vida nacional entre lo vinculado a Keiko y lo que no está contaminado por ella. En esta valoración no juega la aversión al liberalismo o a la derecha. Básicamente, es una emoción, siempre iracunda y ciega.

Reúne a quienes no acudieron a votar en la elección pasada, cuando era imperativo, y a quienes votaron por el caco y terruco Pedro Castillo Terrones. No importaba su claro vínculo con Movadef, no interesaban sus aliados políticos. Nada los hacía razonar. El aborrecimiento a la ‘China’ pudo más.

Lo descrito es el grado más alto de odio a la también llamada, señora K. Pero no queda ahí. Los críticos acérrimos y apasionados, son menos radicales, no hacen política ni marchan contra la ‘China’, aunque tienen una opinión severa y descalificadora ante cualquier acto de Keiko. Van desde: ¿por qué se viste así?, su divorcio es de mentira, ‘obstruyó al gobierno de PPK y fue la responsable de su caída’. O:¿por qué no se defiende mejor cuando la atacan? No le dan chance electoral, está quemada, dicen, ha perdido tres elecciones, ya fue.

Es una malquerencia más ‘light’. Podrían ser indiferentes, pero no. Siguen cada movimiento de ese aparente cadáver político. Lo real es que a Keiko Fujimori le robaron la elección del 2016 por una noticia mentirosa planeada por un canal de TV. La campaña apuntaba a que Keiko lavaba dinero y era narco. Quienes condenan la maniobra de ese medio periodístico no gustan de la reacción de la ‘China’. Es más, la reprueban por no defenderse, aunque sí se pronunció. Y a quienes la oyeron, no les gustó. Muy tibio.

La elección de la próxima mesa directiva del Congreso ha acuñado el término, ‘fujicerronismo’, condenándose al fujimorismo por una posible alianza con Perú Libre, partido de la familia Cerrón. Si alguien tiene la fórmula ganadora que la comparta. De momento no hay votos para una mesa democrática pura. Esa es la cruda realidad.

Con derecho Fuerza Popular se alista para la contienda electoral del 2026. Tres años antes, hace una semana, se publicó una encuesta señalando que el 61% no votaría por ella, la ‘China’ ya perdió. Obtendría una bancada fuerte, pero eso no se releva. Como todo político, es un personaje público y está sujeta a críticas, es lógico y natural. Pero en su caso se trata de un odio apasionado. Una obsesión psicosexual como dijo el presidente Alan García Pérez de su perseguidor Fernando Olivera.

Este encono contra la ‘China’ se trasladó a lo judicial. Por los aportes de campaña ¡estuvo 15 meses en prisión! sin haber trabajado en el Estado. Agregue que su hermano la traicionó, justificándolo por el indulto a Fujimori. Sendero Luminoso le imputa a Keiko la tragedia de Tarata. En fin, las acusaciones contra la ‘China’ son delirantes. Más allá de la señora K, este odio nos vuelve una sociedad primitiva e inviable.

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