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El Perú informal de políticos chicha delincuentes

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Fecha Publicación: 01/10/2025 - 21:50
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El Ejecutivo, constituido por la Presidencia; 25 gobiernos regionales; 196, 1694 y 3008 alcaldías entre provinciales, distritales y de centros poblados respectivamente, está caracterizada, esta inmensa estructura estatal, por su gestión informal, improvisada, incapaz, chicha y corrupta.
La Defensoría del Pueblo, en su Reporte N.º 06 – Mapas de la Corrupción, sobre las Responsabilidades Derivadas del Control Posterior a Nivel Subnacional, enero 2023 – junio 2025, revela un total de 181 informes de control revisados a nivel regional; 7 informes que involucran a gobernadores regionales; 446 es el número total de responsabilidades penales; siendo el presupuesto asignado a los gobiernos regionales en 2025 un total de 59.7 mil millones de soles, el 22 % del presupuesto nacional.
Estas cifras, nuestros expresidentes procesados o encarcelados, fehacientemente explican el porqué todas nuestras grandes ciudades urbanísticamente anacrónicas, en el mejor de los casos, son ciudades típicamente rústicas, pueblerinas, sin servicios públicos.
Todas carecen de planificación urbana con visión a futuro; no se proyectaron tramados viales adecuados capaces de sostener el transporte público y privado; las zonificaciones, usos y parámetros urbanísticos asignados a los suelos corresponden, prácticamente, a antiguas ciudades rurales andinas y amazónicas.
Es por ello que, en nuestras supuestas grandes ciudades, las avenidas y calles principales fueron diseñadas, se mantienen, con secciones viales de la época colonial. Aparte de Lima Metropolitana, prácticamente en ninguna otra ciudad existen grandes edificios, multifamiliares, proyectos condominiales, ni grandes espacios públicos; todo se improvisó y está en piloto automático gracias a los gobernantes chicha.
Nuestras supuestas grandes ciudades se han mantenido iguales a como estaban al inicio de la República. ¿Todo gracias a quién?... pues, gracias a los miles de corruptos que tomaron y toman alcaldías, gobernaturas, la Presidencia de la República, y a las bandas que ingresan con ellos al poder.
Así, delincuentes disfrazados de políticos, desde la gestación de la República, en cada localidad del Perú, emergen como ladinos reyezuelos, perduran y heredan el poder malhadadamente conquistado, seduciendo a sus votantes, ofreciendo convertir necesidades en derechos, en privilegios; generándose así, en palabras del politólogo argentino Agustín Laje Arrigoni, una “hiperinflación de derechos”, que destruye el sistema de derechos; tal como la hiperinflación destruye la economía cuando se imprime dinero sin respaldo.
Quijotes, si en abril y octubre de 2026, nuevamente entregamos el poder a probados delincuentes, a cambio de pelotas, polos, bolsas de cemento y promesas a granel, significará que seguimos siendo los estúpidos de siempre, que seguiremos habitando nuestras grandes ciudades-asentamientos humanos.

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