El psicosocial perfecto para la colonización del Perú

Para que se pueda ejecutar un plan no convencional de colonización de una nación por una organización extranjera, sin que el pueblo se dé cuenta, es necesaria la complicidad de una organización nacional que haga las veces de ejecutora local y qué mejor que el gobierno mismo cooptado por la corrupción, apoyado por una red de operadores de ONG serviles a sus financistas, una prensa monopolizada y encuestadoras pagadas, encargadas de engañar a la población con que todo lo que hacen los gobernantes está bien y todo lo que hacen los opositores está mal.

Esta fórmula se está cumpliendo en el Perú sobre la base del engaño de la población, por una prensa pagada, que les hace creer en la falsa lucha anticorrupción del Gobierno y en los logros del caso Lava Jato que ha llevado al suicidio a un expresidente y encarcelado a la lideresa del partido con mayoría en el Congreso, entre aplausos mórbidos de resentimiento, venganza y odio, con el objetivo de desaparecer los partidos opositores.

El perfecto psicosocial para que mientras la prensa y la atención popular se centra en los políticos desfilando a la cárcel, el Gobierno coludido con la elite global sigue endeudándonos cada día más para asegurar la sujeción del Perú al sistema financiero del Gobierno Mundial y avanza como una aplanadora imponiéndonos su plan colonizador.

El Dr. Carlos Vermejo afirma con base en datos publicados por el MEF que: “El PBI Anual del Perú bordea los 211,400 millones de dólares, las pérdidas por concepto de corrupción superan los 20 mil millones de dólares al año, alrededor del 10 % del PBI; el Presupuesto de Gastos del Estado es de 185,000 millones de soles, esto es, 56,000 millones de dólares, lo que es un poco más del 25 % y la presión tributaria está por el 15 %, hay pues un desbalance que se está cubriendo con deuda externa de 21,000 millones de dólares al año, lo que pulverizaría nuestras reservas en tan solo tres años como éste, a pesar de que la ejecución presupuestal sólo llegará al 80 %, lo que no debería obligarnos a emitir bonos de endeudamiento, pero son indispensables para someternos a la esclavitud financiera y política y pagar altas comisiones a la corrupción.”

Salir del secuestro globalista se ha convertido en un reto y en un compromiso patriótico.