El totalitarismo caviar

El Perú vive bajo el régimen totalitario caviar, que no termina de derrumbarse. Asfixian, controlan –lo intentan– todos los aspectos de nuestras vidas, hasta los chistes que pueden contarse. Para estos amargados todo es machista, sexista, homofóbico, racista, fachista y cualquier cosa.

Los caviares tratan de saber todo sobre sus opositores y si no, lo inventan. Tienen archivada hasta la última palabra pronunciada por sus adversarios y buscan usarlas para destruirlos, desaparecerlos y que no quede ni su huella.

Trabajan en manada como las hienas; repiten sus mentiras en coro cual cotorras y vigilan a quienes no les temen.

Creen que pueden insultar sin que se les conteste, difamar sin que se les querelle y que les debemos obediencia y creer lo que dicen. Ni George Orwell hubiera podido imaginar cuando escribió su novela distópica 1984 que un país llamado Perú podría estar en 2024, dominado en tantas áreas por un grupúsculo de niñatos que metralla a diario propaganda política disfrazada de periodismo.

Lo suyo es dividir, polarizar, causar enojo contra las instituciones democráticas y el gobierno de turno. Esto para que el Perú no logre tener una hoja de ruta para conquistar el futuro y así desaparecerlo del mapa.

Tienen vasto financiamiento de países desarrollados que pretenden saquear nuestros recursos naturales y, cómo no, sus propinas de Odebrecht para callarse el hocico y no aullar por el saqueo al Perú perpetrada por esa constructora brasileña y su principal cómplice, Graña y Montero (hoy Aenza).

Tienen plata para no trabajar y pasarla maquinando perversidades y copando todos los espacios para amplificar la estrategia de dominio total a la que aspiran, forzando a que se siga el rumbo de la narrativa que les ordenan sus patrones primermundistas.

Ellos son creadores de los mitos del presidente Fujimori ‘dictador’ y del dos veces presidente Alan García ‘ladrón’, sin pruebas. Aquí los únicos dictadores son quienes pertenecen a la secta caviar y los mayores ladrones ellos mismos que callan sobre el robo más grande de la historia del Perú, el caso ‘Lava Jato’.

Esta sarta de acomplejados son el ‘Gran Hermano’ que vigila y señala, son la Policía del Pensamiento. Esta manada de hienas se la ha agarrado ahora contra la periodista Milagros Leiva porque nos mostró que se infiltran en la Fiscalía, en los colegios, universidades y grandes medios porque quieren controlar las noticias, el entretenimiento, la educación y hasta las artes.

Los caviares quieren ser el ‘partido interno’ de la novela 1984, y vivir en la opulencia. Pretenden imponernos la orwelliana ‘Neolengua’ en la que los transexuales son mujeres, aunque tengan próstata y hombres aunque posean ovarios.

Llaman “interrupción del embarazo” al asesinato de un niño por nacer y que no son sujetos de derecho ni los consideran personas. Desprecian esas vidas pero llaman “genocidio” a la ligadura de trompas, como método anticonceptivo, en tiempos de Fujimori y hasta el toledato, pero de Toledo callan porque el borracho les dejó mamarse el Estado. ¡Apáguense!

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