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El triunfo de Alan

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Fecha Publicación: 19/04/2019 - 22:10
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El presidente Alan García evitó que sus tramperos convirtieran su detención en un espectáculo vejatorio. Lo que queda para agrura de esos, son las imágenes de unos hijos orgullosos de su papá; de respetabilísimos líderes políticos de otras tiendas rindiendo homenaje al hombre en su féretro; de multitudes despidiéndole entre lágrimas y de un “pueblo aprista” más unido que nunca.

García sabía que para él no habría justicia, solo venganza; de hecho, en una reciente entrevista dijo: “No voy a permitir, solo porque un grupo de miserables así lo han decidido, verme sentado en el banquillo de los acusados. Yo no soy Humala, soy el líder del partido histórico de Haya de la Torre y jamás voy a permitir que lo perjudiquen”.

Entendemos que el “grupo de miserables” lo lidera el IDL, la oenegé bancada -en buena parte- por George Soros; y una prensa venal generadora de falsas pruebas utilizadas para “acusaciones” fiscales basadas a recortes periodísticos.

La historia juzgará este oscuro periodo del Perú presidido por un inepto patrocinador de la persecución de sus opositores.

Quienes dicen que el suicido de García fue un acto de cobardía desconocen la palabra honor. Afirmar que no quiso enfrentar su “responsabilidad” es faltar a la verdad y parte del discurso de odio que está destruyendo a la patria. Más allá de lo que cada quien piense sobre Alan, no existen pruebas que lo vinculen con la corrupción de “Lava Jato”.

Luis García Miró escribió en este mismo diario que: “Durante quince años [Alan fue] denostado, injuriado y maltratado hasta el agotamiento so pretexto de que incurrió en actos de corrupción. Aunque esto que hoy se llama la “justicia peruana” –manejada por la progresía marxista– jamás pudo demostrarlo […] se le acusaba porque la fiscalía -direccionada por el clan progre marxista– sospechaba”.

Ante el cuerpo del amigo muerto, del otrora correligionario, Alfredo Barnechea (ex candidato presidencial de Acción Popular) dijo: “Hay que terminar el contubernio de la mafia judicial con los improvisados del Gobierno”.

Los peruanos de bien no podemos permitir que los perpetradores de la nefasta justicia previa sigan encerrando a inocentes (hasta que se pruebe lo contrario) sin investigación ni juicio. Ayer, el fiscal José Domingo Pérez solicitó prisión preventiva, por tres años, para Kuczynski, un anciano de 81 años con una seria cardiopatía. ¿Cuántos muertos quiere el fiscalito?

A García solo puedo decirle descanse en paz “misié”.