Empantanados en la corruptela fiscal
La podredumbre en la que se encuentra el Ministerio Público sigue concitando la atención de la opinión pública. Incluso el Congreso ha salido de su letargo veraniego para esbozar un camino de solución a esta profunda crisis que pone de vuelta y media a nuestro país. La propuesta parlamentaria es, resumiendo, que se vayan todos los fiscales supremos y que entren los fiscales superiores. Suena a razzia pero en el Perú muchas veces, como con la pena de muerte, se piensa que, muerto el perro, muerta la rabia.
El actual fiscal de la Nación, Juan Carlos Villena, no suena, ni pinta, ni truena, aunque está manchado por la corrupción a decir del colaborador eficaz Jaime Villanueva, la versión masculina de la caja de Pandora. Este pregonero afirmó claramente que Villena está ‘hackeado’ por las amenazas del periodista Gustavo Gorriti. Se comenta que cuando estuvo desempeñándose en Ica, el funcionario fiscal tuvo un comportamiento ‘cuchipandero’ que quedó registrado en varios videos. Ese sería su talón de Aquiles.
Lo declarado por Villanueva sobre las guarradas en Fiscalía, no son pocas, tiene que ser contrastado con la cruda realidad. Lo dicho sobre la suspendida fiscal de la Nación, Patricia Benavides se basa en unos chats que no son corroborables. La revelación de que la integrante de IDL-Reporteros, Romina Mella contaba con un escritorio en el despacho del desequilibrado fiscal Pérez, sí es verificable. Esa ONG tenía todas las primicias del caso Lava Jato, ‘Cocteles de Keiko’ y las publicaba en su web. Este repudiable hecho y el revelado ‘cerco’ a Alan García, son a nuestro modesto parecer, los delitos más resaltantes, sin dejar de lado todo lo declarado por el lenguaraz Villanueva.
¿De quién depende la libertad de Villanueva? De la trajinada fiscal Marita Barreto, ‘amiguis’ del policía que aspira a general, Harvey Colchado. La libertad del ‘Lagarto’ Vizcarra, caso ‘Los Intocables de la Corrupción’, depende de Christian Niño Torres, fiscal provincial provisional, el preferido de Barreto. Ella y Benavides, quien en la época era adjunta del exfiscal de la Nación Pedro Chávarry, recogieron firmas en contra del impoluto magistrado.
Cuando Benavides llegó a dirigir el Ministerio Público conformó dos alas, la del caso Lava Jato liderada por su íntimo amigo Rafael Vela, junto con Pérez, devoto de Gorriti. La otra la lideraron Barreto y Colchado. Todo parecía andar bien hasta que, cosas de las mafias, la armonía se vino abajo. El telón de fondo es el caso Goray, que está dormido (ese es el poder de los fiscales, retrasar y tener a los implicados del cogote). También, el caso Vizcarra, que recién despierta, aunque no es seguro que irá preso provisionalmente. Ya un colaborador ha devuelto el dinero de las coimas a la Fiscalía. Debería estar bajo rejas hace tiempo.
La demolición contra Pedro Chávarry se organizó junto con IDL y la prensa servil a Vizcarra. El ‘Lagarto’ tiene poder aún. Por eso, que Barreto salga hace unos días a responsabilizar a la prensa por las filtraciones de los dichos de Villanueva, es inaceptable. Mejor será que avancen más céleremente los casos Goray y Vizcarra. El lenguaraz colaborador poco ha dicho de esto. Recordemos ‘Los cuellos blancos’; el país estuvo paralizado varios meses. Lamentablemente nos repetimos. Chávarry merece un desagravio público.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
