Enemigos de los polinizadores
La producción de miel en los últimos años ha sido afectada por el cambio climático y los gases producidos por los motores diésel, al perturbar a las abejas y confundirlas al momento de oler las plantas de las que se alimentan, sostuvieron investigadores de la Universidad de Reading, el Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido y la Universidad de Birmingham. Producto de ello, el aire contaminado reduce la potencia de los mensajes químicos que emiten las flores, impidiendo que estos insectos las localicen con facilidad.
Otro enemigo de estos polinizadores es el cambio climático que trastorna la floración y cantidad de plantas debido a las lluvias, lo cual incide en la calidad del néctar. La polinización contribuye a la regeneración de las coberturas naturales y protege las frutas silvestres que alimentan a las comunidades rurales. Asimismo, los apicultores la aplican para incrementar la producción de diversos productos, entre ellos las paltas y arándanos, lo cual ha mejorado el crecimiento de las exportaciones en lo últimos años.
De allí la preocupación de los investigadores, pues sin abejas se produciría una crisis alimentaria porque de su polinización depende un 84% de los cultivos comerciales. Por la contaminación de diésel, un 70% de los cultivos del mundo, incluidas las manzanas, las fresas o el cacao, que dependen de la polinización de insectos, sufrieron un impacto en su valor económico de cientos de miles de millones de euros anuales. Cabe recordar que la producción de miel representa el 8% del valor total de la producción agrícola de alimentos del mundo, sostuvo Ryalls, líder de la investigación difundida en la revista Enviromental Pollution.
Para frenar esta contaminación se debe limitar el uso del pesticida sulfoxaflor, Bruselas ha hecho un llamado para ello porque también el aire contaminado contribuye a su desaparición al intentar encontrar alimento cada día. La sequía es otro gran problema que obliga a las abejas a viajar más lejos por el néctar y beber agua, porque los árboles no dan muchas flores, lo que significa que producen menos miel.
Según la Agencia Agraria de Noticias, el Perú produce 2,314 toneladas de miel de abeja anualmente, ubicándose la mayor concentración en Cusco, La Libertad, Junín, Lima y Apurímac. Esta producción de miel procede de muchas floraciones y es apreciada como un producto nutritivo y orgánico que permite a cientos de familias contar con ingresos económicos. Por ello, hay que respetar el gran papel que juegan los polinizadores en los cultivos.
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