EsSalud y fiscalía, la misma insania

ESSALUD es un gran caos. Tiene buenos médicos, nadie lo duda, pero de qué sirve ello si la institución no funciona. Desde el gobierno de Pedro Castillo han desfilado cerca de 6 directores. Un verdadero despropósito. Algunos corruptos y todos incapaces. Pero parece que ante la desgracia los peruanos se acostumbran. El directorio de ESSALUD está compuesto por tres representantes del Estado, tres de los empleadores y tres de los asegurados. Confiep y los beneficiarios tienen seis puestos, algo podrían hacer.

Son muchos pacientes que esperan una operación hace un año y medio. Y son más los que tratan de conseguir una cita sin encontrarla. Amén que hay remedios que escasean. La actual presidenta de ESSALUD está en otra. Desde que ingresó no hay mejoras en la institución. Las acciones que pueda realizar no repercuten en la realidad de quien está enfermo, fregado, del que se juega la vida.Igualmente,

lo que ocurre en el Ministerio Público es un mal chiste. Hemos presenciado una fanfarria para mejorar la imagen del Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder (Eficcop), el feudo de la fiscal Marita Barreto y la Diviac, el gueto del policía Harvey Colchado. Ambos se adjudicaron la captura del sobrino de Pedro Castillo, Fray Vásquez Castillo, dos años prófugo. Su abogado desmintió el autobombo de Barreto y Colchado, dijo que Fray se entregó y que él estaba en contra de ese proceder.

Pero la campaña rimbombante de la dupla Barreto-Colchado continuó. Barreto estuvo en el aeropuerto recibiendo al ‘sobrinísimo’, bien a la medalla y al costado del director general de la PNP. Luego vino el ‘rush’ de entrevistas en sus medios preferidos, despotricando siempre contra la suspendida fiscal de la Nación Patricia Benavides. La fanfarria prosiguió, capturaron a los cómplices de Martín Vizcarra en el caso Provías, ¡ocurrido durante su gobierno! Uno de ellos, Carlos Revilla, le entregó maletines con dinero, incluso a la esposa del expresidente. Punto para la dupla Barreto-Colchado. Siempre burdo todo. Aún muchos no se explican por qué la esposa de Vizcarra y él mismo, cabeza de la organización criminal, no están detenidos.

La bravata promocional de la dupla se cayó al piso cuando Vizcarra declaró: “Confío en la labor de Harvey Colchado y Marita Barreto”. Ja, ja, ja, el pez por la boca muere. El pastelón terminó de derrumbarse cuando Patricia Benavides denunció penalmente a Barreto y al equipo de Eficcop “por presunto abuso de autoridad, omisión de funciones, fraude procesal y falsedad genérica”. En suma, el agente especial ‘Roberto’, fundamental en su acusación, no fue designado por Benavides como lo exige la ley. También por no derivar la investigación contra la ex Fiscal de la Nación a un fiscal supremo y otras perlas con la cual, ‘manu militari’, la JNJ suspendió a Benavides. ¿Final del juego?

Colofón: En junio del 2021 un hombre le dio una cachetada al presidente francés Emmanuel Macrón. Un delito en cualquier país. Lo condenaron a 18 meses de prisión, con cuatro meses de prisión efectiva. El juicio fue ‘express’. La violencia contra quien ostenta un cargo público, presidente en este caso, es un delito, sea el mandatario de derecha o de izquierda. Nadie agrede a nadie, lo prohíbe la ley, menos al gobernante.

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