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Feminicidio

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Fecha Publicación: 26/02/2019 - 21:10
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35 % de mujeres en el mundo han sido violentadas en su relación de pareja en algún momento de su vida (1 de cada 3 mujeres). 38% de asesinatos de mujeres del mundo, son cometidos por su pareja.

Una ideología de mayores privilegios del hombre sobre la mujer, creencias de que él es superior, tolerancia a la violencia; una mayor predisposición genética a actuar de manera agresiva, determinada por niveles hormonales como la testosterona que aumenta el vigor y la energía en los varones; refuerzan y perpetúan la violencia contra la mujer. Sin embargo tiene que haber una combinación entre el factor  sociocultural, biológico y ambiental para que la persona actúe de manera violenta y pueda llegar al feminicidio.

Ciclo de abuso y violencia:

Se inicia con una acumulación de tensión, impotencia, frustración por el trabajo, dinero, celos, etc. Comienza el abuso verbal: gritos, insultos y acusaciones. Sigue aumentando la tensión que da lugar al abuso físico: golpes, la motivación es herir, humillar, tener poder y control. Luego viene la racionalización o justificación: el agresor minimiza sus acciones, convence a su pareja de que “la culpa es de ella” logra que la pareja se lo crea y así se siente mejor. Luego ocurre el arrepentimiento: el agresor pide perdón; a veces llora, no es sincero, ambos intentan continuar “normalmente, fingiendo que todo está bien” y se repite; empieza un ciclo nuevo de violencia.

El feminicida intenta aislar a la víctima de su familia y entorno, le baja la autoestima, por vergüenza ella se vuelve más dependiente de él. Va aumentando la gravedad de los golpes, pero esta vez él es más feroz, sin misericordia; hasta acabar con ella.

Características del feminicida:

Fue testigo o víctima de violencia durante su niñez.

Presenció escenas de violencia familiar entre sus padres.

Poca tolerancia a la frustración, irritable, explosivo, culpa a los demás, minimiza los hechos.

Actitudes de aceptación de la violencia y desigualdad de género.

Trastorno de Personalidad Disocial.

Uso de alcohol y drogas.

Bajo nivel de instrucción y/o económico.

Consecuencias en las víctimas o sobrevivientes de violencia:

Lesiones físicas en 42 % de casos. A nivel emocional: Trastornos Psiquiátricos como Reacción a Estrés Agudo, Estrés Post-traumático, Depresión, Insomnio, Trastornos de Conducta Alimentaria, dificultad para trabajar o valerse por sí mismas, dificultad para criar a sus hijos, los niños del entorno podrían  convertirse en perpetradores o víctimas  posteriormente. Intentos de suicidio u homicidio; generando costos y consecuencias sociales y económicas.

Qué podemos hacer ante la violencia contra la mujer:

La única manera de romper el ciclo es con ayuda oportuna. Hay que sensibilizar e informar a la sociedad, fomentar respeto, dignidad, igualdad de género desde la niñez para evitar que se produzca el primer episodio. Formar autonomía e independencia emocional y económica en las mujeres. Empoderarlas. Recordar que el mejor regalo que podemos dar a nuestros hijos y que romperá la cadena de violencia; es el amor visible entre sus padres.