Gino Ríos, José Miguel Castro y siempre… la Fiscalía

Imposible no escribir sobre la Fiscalía. El Ministerio Público (MP) se ha convertido en un pulpo que todo lo controla, un suprapoder. Nuestras instituciones están sometidas a sus frecuentes arbitrariedades y extorsiones. Quien vaya en contra de los intereses de la camarilla instalada en la Fiscalía recibe el ataque de la titular de este poder del Estado, con la complicidad de su argolla en el Poder Judicial. Abre investigación a congresistas, miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), la presidenta, el Ejecutivo y periodistas independientes. Los procesos se alargan, suman delitos para aplicar la temida prisión preventiva, además lo publicitan en su prensa amiga. La Fiscalía se ha convertido en un mono con metralleta desde el feroz ataque al exfiscal de la Nación, Pedro Chávarry, donde participó activamente el ‘Lagarto Vizcarra’. Más de 7 años que soportamos estos abusos. Lamentablemente, NADA ocurre. Siguen ahí.
La JNJ dispuso reponer en el cargo a la exfiscal de la Nación Patricia Benavides porque su destitución no respetó la ley. Delia Espinoza se atrincheró en el MP y no acató este fallo. Está por encima de la ley. La JNJ está investigándola y tendrá que dejar el puesto. Su rebeldía la hunde más. Pero Espinoza atropella. Su abogado pidió indagación fiscal sobre el presidente de la JNJ, Gino Ríos, así lo dijo el defensor del Pueblo. ¡Espinoza es juez y parte! Un medio amigo de Espinoza y su camarilla embarró a Ríos, resucitando una sentencia por violencia familiar. La acusación era fuerte y vistosa. En el 2014 Ríos se divorció (él lo inició en 2004) y el juzgado de familia lo sancionó por violencia familiar. Su exesposa declaró que le decía que no se iba a morir hasta verla destruida. Líos de pareja. No hubo condena —el juez le indicó guardar distancia de su exesposa— porque es un tema del derecho civil, no penal. El caso está archivado. Pero ya lo estigmatizaron y, obviamente, congresistas de izquierda han pedido su destitución. Apelan a la ética, pero la ética no la enarbola Espinoza, ni los medios interesados en sacar a Ríos.
El cachascán jurídico le cayó al defensor del Pueblo, Josué Gutiérrez. Una carambola. Él encabezó la comisión que eligió por unanimidad a Gino Ríos para presidir la JNJ. Después de 15 años surge el cuestionamiento por violencia familiar. Obviamente, ha sido armado y preparado por el equipo de Espinoza. Josué Gutiérrez denunciará a la Fiscalía por acoso constante en un foro internacional en Brasilia porque “se está instrumentalizando un organismo noble, persecutor del delito para fines impropios y eso no puede ser. Sigues (contrarías a Espinoza) y te corto el cuello. Sigues y te allano, sigues y te busco y te voy a encontrar. Te hacen persecución”. Contundente.
Hemos visto las fotos de la autopsia de José Miguel Castro. Son chocantes, fue un crimen brutal, hecho por un degenerado. Se deduce tranquilamente que con esta salvajada quieren asustar a otros implicados en el caso Susana Villarán. Después de 36 días no tenemos la necropsia. Nadie quiere firmarla porque está llena de falsedades. La camarilla fiscal no quiere la verdad del caso Lava Jato. Defienden a Odebrecht. La limpieza del MP está en manos del defensor. Requiere el máximo apoyo.

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