Gracias, Piura
Conozco la obra y la labor de Houdini Guerrero Torres desde hace 28 años. Fue Rigoberto Meza Chunga, el autor de Dodecaedro, Emboscada y La letra con letra entra, quien me habló del Mago por primera vez, cuando me obsequió la colección de literatura piurana que publicaba con el CICLA. Por eso, llegar a la región donde nací a presentar la obra poética de César Vallejo, en una actividad organizada por él y por Sietevientos Editores, significa un gran honor.
Editar a Vallejo es un riesgo y una hermosa posibilidad para retornar con él a los motivos que nos lanza a la escritura. Vallejo y el modernismo, Vallejo y la vanguardia, Vallejo y la poesía social, Vallejo y sus poemarios fantasmas en palabras de Jorge Nájar, Vallejo y Nómina de huesos, Vallejo y el Sermón de la Barbarie, Vallejo y la Bohemia, Vallejo y Spelucín, y Orrego, y Macedonio, Vallejo y Víctor Raúl, Vallejo y José Eulogio Garrido, Vallejo y la prisión de Trujillo, Vallejo y París, Vallejo como excusa para entender el proceso de nuestra literatura, Vallejo en la memoria como la sombra de un cóndor bajo la que nos guarecemos para entender las telúricas certezas. Gracias por devolver a un auditorio en Piura, gracias por eso, querido Poeta.
Gracias a la Alianza Francesa, a Wilder Ruiz Silva, mi consejero emocional, asesor de la Municipalidad Provincial de Piura, a Segundo Chávez, su gerente de cultura, a Cosme Saavedra, el diez de la región, quien ayer estuvo de cumpleaños, por acompañarnos en el panel, a Ana Seminario, por el protocolo, a la talentosa y admirada Victoria Sur, quien inició este sábado su primera gira en el Perú, por no dudar en aceptar la invitación de Houdini al escenario y entregarnos a capela la majestuosa ‘Estrella de Agua’, y a todos los asistentes que me entregaron su noche del viernes. Continúo en Piura, me quedo con ustedes en un lugar muy especial de mi emoción.
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