¿Habrá oxígeno hasta julio?

Claro que apostamos por la gobernabilidad pero el más interesado en ello el poder ejecutivo, es el que menos hace para mantenerla. Es cierto que gran parte del Congreso le da su apoyo a la señora Boluarte, pero los permanentes errores que comete le podrían jugar en contra en el corto plazo.
Si bien las mociones de vacancia no prosperarán, el debate que podría producirse será una buena oportunidad para que las bancadas manifiesten sus posiciones para dejarnos entrever el grado de resistencia que tienen sobre los yerros que viene cometiendo el Poder Ejecutivo.
En el corto plazo algunas bancadas no tendrán cómo justificar su apoyo; el discurso de la gobernabilidad tiene un tiempo de solidez que se acaba cuando los problemas de la población se mantienen y cuando no se tiene a los medios de comunicación a su favor.
¿Pero, qué pueden hacer los medios de comunicación cuando la realidad por sí misma da las malas noticias? Los periodistas y analistas evalúan a una sociedad que es cada día más transparente y que por más que ellos quieran, no pueden decir mentiras ni ocultar los problemas de la seguridad ciudadana ni los niveles de pobreza que hace poco hizo de conocimiento el Instituto Nacional de Estadística e Informática, por ejemplo, contra la voluntad del Presidente del Consejo de Ministros.
Un gobierno que quiere el apoyo de la opinión pública debe hacer buenas cosas y sobre todo debe comunicarlas.
Los parlamentarios y los políticos son generadores y consumidores de información, cuyas opiniones deben hacerlas públicas, pero ¿por cuánto tiempo algunos podrán opinar a favor del gobierno cuando ellos ven que las políticas que aplica no son eficientes en resolver los problemas de la población?
Por eso creo que estamos en la recta final de apoyo de un gran sector del Congreso hacia el gobierno. Tenemos una presidenta que no habla ante la prensa, con la estrategia de vocería que ha fracasado y con ministros de Estado en la que su comunicación no verbal dice otra cosa a la de su comunicación verbal, inclusive por momentos cuando los veo y escucho pareciera que ellos mismos no creen lo que están diciendo.
El gobierno debe usar bien el “timing” y medir los espacios que se generarán desde la semana de representación que inicia el lunes y el receso parlamentario programado para el 15 de junio si quiere llegar con oxígeno a julio.

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