Hasta 2026 y punto
Los seguidores del infradotado mental y golpista Pedro Castillo pretenden instaurar la ley de la selva, con el reinicio de sus protestas contra el gobierno de Dina Boluarte, el 19 de julio, hasta que la presidenta dimita y el Congreso convoque a nuevas elecciones. Todo esto, por supuesto, sin pensar en el caos que se desataría con la consecuente toma del poder por los militares para restaurar el orden, y quienes se enquistarán por décadas, apoyados por los tanques y las metralletas.
Nuestras instituciones están amenazadas por la rebeldía y la desconfianza y hay quienes pretenden, además, redefinir la idea nacional con una serie de concepciones irreconciliables e incapaces de mantener el mínimo equilibrio y armonía apalabrado en la Constitución de 1993. Sumemos, a todo eso, el proceso separatista, como el de los Aymaras de Puno manejados por los agentes de Evo Morales, justamente Puno parte del ‘triángulo del Litio’; amén de buena parte de la región americana que, desde hace algunos años, cuentan con sus falsarios de oenegés que tratan de convencernos a los propios hispano hablantes de que el español es una lengua secundaria, porque las fundamentales son las indígenas, particularmente las amazónicas, esas zonas donde fluye el petróleo.
Ante este panorama la presidenta Dina Boluarte debe poner foco al tema del Estado y su organización territorial, haciéndolo el punto central de su agenda política; y dejar bien claro que la unidad del territorio nacional no es negociable.
Santos Saavedra, líder de la Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (Cunarc), anuncia que llegarán a Lima treinta mil ronderos, sí, esos sacha-machos de metro y medio, con sombrero y látigo, que para amedrentar afilan sus machetes en el pavimento limeño sacando chispa. Ya lo hicieron antes. A esos, los hemos visto, la costumbre de maltratar mujeres, como lo hicieron el año pasado en el distrito de Chilia, Pataz, La Libertad. Allá, secuestraron por más de diez días a quince mujeres mayores de cincuenta años y una de noventa. Un video mostró cómo colgaron a una de cabeza, amarrándola al techo. Se supo que las obligaron a desnudarse y las golpearon mientras las acusaban de hacer hechicería, o sea de ser brujas. Perú siglo XXI. ¿En serio?
Esos prohombres ronderiles, integrantes de la Cunarc, de lúcidas y cultas mentes; esa expresión suprema de la sensibilidad y respeto por la mujer, presididos por Santos Saavedra, exigen la renuncia de la presidenta constitucional y el cierre del Congreso. La intelectualidad roji-caviar y cojudigna, ¿se unirá a esos peruanos carentes de entendimiento, misóginos, violentos, a los que les permiten atrocidades porque es su cultura?
“Los ronderos nos conocemos -dice Santos- y estamos contra la violencia, es por eso que, si detectamos infiltrados, incluyendo policías, serán detenidos, investigados y castigados con nuestras normas”. ¿Qué es eso de nuestras normas? Entérense, lapicitos, las normas son las mismas para todos los peruanos.
Tranquilos, revoltosos, Boluarte se irá en 2026 y punto, a menos que se le suelte la correa.
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