ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

¿Hoy se roba más que antes?

Imagen
Fecha Publicación: 09/08/2022 - 22:30
Escucha esta nota

Esta pregunta difícilmente podría saldarse en una columna. Sin embargo, puede que esta sea una de las preguntas más fundamentales para comprender el drama social y político del Perú. El Perú no es un país con sequías, hambrunas, o grandes desastres naturales. No somos un país de climas extremos, aunque sí es cierto que nuestra geografía es compleja, pero con la contracara de contar con las terceras reservas de cobre más grandes del mundo, así como muchos otros minerales valiosos. Tenemos el decimonoveno territorio más grande del mundo, e ingentes recursos naturales en la selva y en el mar de Grau. ¿Qué es, entonces, lo que anda mal con nuestro país? ¿Es que tenemos todo, o es que nos falta lo más importante?

La corrupción -definida comúnmente como “abuso del poder para beneficio propio o de terceros”- tiene varias aristas a analizar. En primer lugar, está la estimación de cuánto del dinero público se pierde en este problema. En septiembre 2020, ComexPerú estimaba que la corrupción ascendía a 23,297 mil millones de soles (3% del PBI).

Hace un mes, el contralor Nelson Shack exponía el costo de la corrupción en el Perú, el cual estimaba en cerca de 24,262 mil millones de soles (alrededor de 2.8% del PBI).

Es decir, si bien esta ha aumentado de modo absoluto, la economía creció más que la corrupción, y eso es una buena noticia; esto puede estar relacionado a que se creció en sectores lejos del poder político -fuente permanente de corrupción-.

Mientras tanto, la percepción de corrupción va por otro lado. Esta mide cuán corrupto considera la gente que es el sistema político. En el 2021, el Perú cayó 11 puestos (de 94 a 105) en el Índice de Percepción de Corrupción (CPI, por sus siglas en ingles), de Transparencia Internacional. Sin duda, esto es sintomático de lo que podemos ver desde el inicio del gobierno de Castillo, pero lo cierto es que el CPI 2021 sólo considera los eventos entre mayo 2020 y abril 2021; es decir, esta caída es por Vizcarra. Pero ya no cabe dudas, a estas alturas, de que con Castillo seguiremos en caída libre para el CPI 2022 que se publicaría en enero del próximo año. Las 5 investigaciones fiscales que cercan al propio presidente forman parte de un símbolo que consolida la más descarada impunidad.

Castillo roba, y el Congreso parece mirar para otra parte, mientras se baraja el mazo y se reparte una nueva mano de comisiones. ¿Cuál es la diferencia con el pasado? Que ahora todo se sabe. Nos indigna, y sin duda la percepción de corrupción en el Perú puede que llegue a ser muy alta históricamente. Sin embargo, los datos duros parecen bastante menos apocalípticos, dándonos un mensaje trágico: da lo mismo la ideología del político, en el Perú, siempre se roba. Porque no es un asunto ideológico, no depende de las personas; es un sistema, es una forma de vivir. No parece que en el Perú se robara más que antes.

¿Qué ha cambiado? Dos cosas: 1) el peruano acepta cada vez menos la corrupción por parte de sus autoridades y, 2) los peruanos estamos cada vez más conectados y organizados gracias a la tecnología. Espero sinceramente que esta fuerza ciudadana pueda luchar por ese buen futuro para el Perú, entendiendo que la corrupción no tiene tinte político, es ética, sistémica y cultural. La mayor evidencia: el Congreso de la República, con muchos partidos en campaña, retiene en el poder a un presidente corrupto, sin mayor tipo de problema. Si eso se lo perdonan a su “enemigo”, no quisiera saber cómo miran para otro lado cuando son sus amigos.

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookTwitter Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.