Ineficacia del golpe de presidente suspendido
El apresurado colgamiento del D.S. 165-2019-PCM por el que Vizcarra declara la disolución del Congreso, el 30 de septiembre en la web de El Peruano, no puede cumplir con la finalidad de la publicación oficial en el diario como establece la Constitución y la ley para la vigencia de toda norma legal, al día siguiente de su publicación.
El Decreto además carece del requisito de validez de la aprobación del Consejo de Ministros, sorprendidos con la inconstitucional decisión.
Vizcarra fue suspendido por el Congreso en sus funciones a las 8.45 p.m. del 30 de septiembre, antes que se publicara en el diario oficial su inválido decreto, por lo que al momento de formalizarlo carecía de facultades para emitirlo.
Ha invocado como causal de su decisión la denegatoria de confianza a su proyecto de ley interventor de las facultades del Congreso, que contrariamente nunca se produjo, pues se le otorgó la confianza, por lo cual además de falso, su decreto adolece de ilegitimidad por inconstitucional y constituir un golpe de Estado al haber quebrado el Orden Constitucional.
Estamos pues frente a la ineficacia absoluta de un acto nulo “ipso jure”, por carecer de validez al momento de su emisión, siendo la Resolución de disolución del Congreso inaplicable e irreconocible jurídicamente por las autoridades y la nación; lo contrario, como en el caso de los Comandantes de las Fuerzas Armadas, implica asumir la responsabilidad penal por reconocer y avalar un gobierno usurpador de presidente suspendido que ha quebrado el Orden Constitucional, incurriendo en el delito de sedición (Art. 347 del C. Penal), con mayor gravedad por el sometimiento de las tropas a su mando a gobierno ilegítimo.
Vizcarra no ha dado un golpe de Estado como acto culminante de su falsa lucha anticorrupción, sino porque necesitaba cerrarlo a fin de cumplir los dictados del Gobierno Mundial, montando un
Congreso obsecuente a la aprobación del sistema legal de colonización del Perú, que el actual vino desaprobando.
Es la hora en que reconoceremos quiénes han vendido su conciencia y quiénes están dispuestos a dar la vida por la defensa de la libertad, la soberanía y la integridad de la nación.
Es la hora de unirnos los peruanos de buena conciencia más allá de partidos políticos, para derrocar esta dictadura, no aceptar la imposición de un gobierno usurpador e ilegítimo es el camino hacia la libertad.
