Infiltrados en marchas: ¡cuentazo!
Separar a los infiltrados que generan la violencia en las movilizaciones de quienes protestan por sus legítimas demandas, resulta un eufemismo que no pasa por la prueba de la realidad. La campaña de la izquierda y de la extrema izquierda usa a los 48 muertos en los desmanes como bandera para que Boluarte renuncie. Quien encuentre siquiera un volante donde se mencione alguna petición social que lo presente. La única consigna es: Asamblea Constituyente inmediatamente.
Ya lo dijo el ex jefe de la Dircote, Oscar Arriola ayer. Sendero Luminoso lidera, coordina y financia los desmanes que padecemos en el sur hace más de una semana. Se basa en el seguimiento realizado desde hace cinco meses a la principal célula senderista de Ayacucho. Tiene audios, vídeos, interceptaciones, mucha información. El general Arriola mencionó también que los frentes de defensa son organismos generados de Sendero Luminoso. No lo afirma él, sino Abimael Guzman en su libro “Memorias desde Némesis”.
Está poco difundido que Sendero utiliza hoy la política de frente amplio, se alía con el narcotráfico, la minería ilegal e incluso partidos populistas, salvo con la gran burguesía (principalmente, el fujimorismo). A la izquierda progresista no le hace asco vincularse a Sendero. Tampoco está publicitado que quienes van a las marchas, comunidades, pobladores, son chantajeados. Si no asisten les destruyen lo que tienen. Además, la mayoría tienen los rostros tapados y no hay dirigentes visibles. Sendero ha cambiado pero su esencia es la misma; propiciar la barbarie.
Entonces no seamos tan ‘memos’; la violencia tiene rostro: el terrorismo. Las huestes subversivas aprovechan el mínimo espacio que encuentran. Hoy son un partido fortalecido, el más activo entre sus pares, guste o no. Recordar que tuvieron un año y medio para crecer y que prepararon el horror que vivimos entre la primera y la segunda vuelta electoral, según la Policía. Tiene un plan y lo hemos visto.
Para la presidenta Dina Boluarte no es fácil haber estado de un lado del mostrador y pasar al otro en cuestión de horas. Todos condenamos los fallecimientos, pero con su pasividad y su temor habrá más muertos. Quemar a un policía es un acto de inhumanidad. Incendiar ambulancias, aeropuertos, minas es terrorismo puro y duro. Si el gobierno no reacciona y le deja el problema a la Policía, la subversión se fortalecerá y Boluarte será más precaria aún.
Si hubiera un plan para combatir el bloqueo de carreteras, las principales por lo menos, la violencia se reduciría en un 60%. Sendero va de a pocos, incendia Puno, se repliega, pasa a Cuzco, luego a Andahuaylas. Bajan y suben el tono de la violencia de acuerdo a sus intereses y a su plan. La inteligencia del Estado es floja, no se adelanta. Los extremistas preparan la toma de Lima para el 16 de enero. Lo advirtió Expreso el 13 de diciembre. El jueves pasado los extremistas ensayaron en Miraflores, marchando ahí. Llegarán por grupos.
La mayoría del país se pregunta dónde están las FF.AA. Ausentes. No porque quieran sino porque Boluarte no se decide y se juega su permanencia. La democracia la apoya, el Congreso ha estado a la altura. El Perú tiene enemigos externos peligrosos como Evo Morales, Petro, el Foro de Sao Paulo. El gobierno está propiciando enfrentamientos entre peruanos.
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