Informes de representación sin ton ni son
Esta semana recibí dos llamadas telefónicas de medios de comunicación diferentes; la primera estuvo relacionada con los informes de la semana de representación y la segunda con la declaración de conflictos de intereses que también realizan los congresistas.
Sobre el primer aspecto, el reglamento del Congreso establece la obligatoriedad de presentar ante el Consejo Directivo un informe detallado sobre las actividades que realizan los parlamentarios en su distrito electoral cada mes.
El reglamento no dice nada más al respecto. Es decir que los congresistas podrían presentar en teoría informes de una página como también más extensos. Tampoco dice el reglamento del Congreso si los informes deben dar cuenta de los gastos incurridos sobre la base del dinero que reciben los parlamentarios para realizar sus actividades.
Sobre este asunto es necesario decir que el dinero que reciben los parlamentarios para gastar en la semana de representación en aspectos logísticos para que puedan relacionarse con los ciudadanos es de libre disponibilidad porque están sujetos al impuesto a la renta. Dicho de otro modo, el dinero paga impuestos y puede ser usado en lo que ellos quieran y no necesariamente en los gastos de la semana de representación.
El informe de la semana de representación se entrega a una oficina administrativa para luego ser puesto en el portal de internet que tiene el Congreso.
En mi opinión, el Congreso debe aprobar una norma que establezca claramente qué es lo que debe contener el informe de la semana de representación y establecer los objetivos, fines, detalle de las actividades, lugares, organizaciones o autoridades, regionales, locales o nacionales, con las que el parlamentario se reunió. En la actualidad esto no sucede, pero además no existe en el Congreso una oficina que verifique el contenido de las actividades descritas en el informe.
La periodista que me llamó para conversar sobre este tema se tomó el tiempo para revisar todos los informes presentados y se dio con la sorpresa que no todos los congresistas habían presentado el informe y que cada informe era diferente al otro, notando que carecían de una estructura que facilite su lectura para una mejor comprensión.
El Congreso cada día por diversas razones pierde conectividad con la población. Estos informes que forman parte de la rendición de cuentas deben ser tomados con seriedad por el Parlamento. El próximo lunes me referiré a la declaración de conflictos de intereses.
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