Inseguridad jurídica
Todos sabemos que los peruanos hemos perdido la confianza, no solo en los políticos y los partidos políticos, sino también en el Estado y las instituciones en general.
Todos hemos sido testigos y seguimos siendo testigos del “desmadre” que existe en la Fiscalía de la Nación y en el Poder Judicial.
Todos venimos pidiendo y esperando, desde hace tiempo, que se haga esa reforma del sistema judicial que el Perú necesita.
Pero nos tenemos que dar cuenta de que todo esto hace que el Perú y los peruanos vivamos bajo un régimen de inseguridad jurídica.
La inseguridad jurídica es un término que se refiere a la falta de claridad, previsibilidad y estabilidad en el marco legal de un país. Esta situación ocurre cuando las leyes y reglamentos son ambiguos, contradictorios o están sujetos a cambios frecuentes y arbitrarios. La inseguridad jurídica genera incertidumbre entre los ciudadanos y empresas sobre cómo se aplicarán las normas y afecta la confianza en el sistema legal.
Seamos claros… Esto significa que, ni ustedes, ni yo, ni las empresas y los inversionistas internacionales, podamos saber qué puede pasar mañana.
La inseguridad jurídica es el resultado de un marco regulatorio inadecuado o ineficiente, así como de la falta de coherencia en la aplicación y ejecución de las leyes. Esto puede sobrevenir por diversas razones, como la ineficiencia del sistema judicial, la corrupción, las modificaciones frecuentes en las leyes y la falta de transparencia en la toma de decisiones.
La inseguridad jurídica tiene implicaciones profundas y múltiples, tanto para el ciudadano como para la sociedad en su conjunto. Primero, reduce la confianza en el sistema legal y las instituciones públicas, lo que puede llevar a un debilitamiento del Estado de derecho. Las empresas pueden sentirse menos inclinadas a invertir y operar en un entorno donde las reglas del juego cambian constantemente, lo que afecta negativamente al crecimiento económico y al desarrollo del país.
Cuento corto:
Hoy el emprendedor no sabe qué pasará con su emprendimiento, el inversionista no sabe si invertir o no, los peruanos no sabemos si un criminal capturado saldrá libre y, lo que es peor, nadie está seguro de nada.
¿Todo gracias a qué?
A la bendita inseguridad jurídica que implementaron los caviares desde hace 25 años, con el fin de tener el control de nuestras vidas a través del sistema judicial que, como ya mencioné, afecta todas las áreas de un país.
Estamos a meses de las próximas elecciones. El país entero sabe lo que quiere. Todos los peruanos queremos el cambio de ciclo.
Pero la realidad real es que extirpar el tumor maligno de la mafia caviar en el sistema judicial es indispensable para recuperar la seguridad jurídica y, con ello, la confianza en el futuro.
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