La Agenda Social y la Seguridad
En esta nueva etapa del aprismo el discurso público del Partido de Haya de la Torre debe cifrarse en hablarle a las mayorías nacionales. Es claro que la agenda social que la democracia social peruana debe enarbolar ahora es de generación de empleo a través del impulso y liberación de las fuerzas productivas populares, pero también de la necesidad de afrontar con decisión la escalada de la delincuencia y el crimen organizado que agobia a la patria. A esa temática debemos orientar la mayoría de los esfuerzos presentes.
Por esto último desde la corriente de renovación de la estrella estamos convocando a los locales de distintas bases Distritales de Lima a especialistas y exfuncionarios de varios gobiernos relacionados con esta temática. Ha estado Rómulo Pizarro en Pueblo Libre, Miguel Hidalgo en Lurín y Danilo Guevara y Mariano González en Magdalena. Pronto estaremos en otros puntos de Lima y Callao con este mismo enfoque. Creemos necesario tener una propuesta potente sobre el orden interno, puesto que los índices cada vez más graves de criminalidad pueden ser el caldo de cultivo para la emergencia de un caudillo populista autoritario de izquierda marxista radical que hable de fusilar a medio mundo o de extrema derecha que prometa ser el 'Bukele peruano' y estafe la buena fe del pueblo. Recuerden que toda concentración indiscriminada de poder sólo conduce a un autoritarismo atravesado por la corrupción.
Sin duda hay varias cuestiones que debemos resolver sobre la materia de seguridad ciudadana. En principio fortalecer a la PNP debe ser una prioridad, en cuanto a su equipamiento, capacitación y a los estímulos que deben recibir de parte del Estado para que se enrolen los mejores ciudadanos. Pero además es crítico incrementar la cantidad de efectivos en las calles; hay policías dedicados a tareas que bien podrían estar en manos de personal civil o de policías retirados por jubilación, labores cómo las administrativas o el tránsito, por ejemplo. Además, darle especial atención a la inteligencia policial es clave.
Necesitamos un 'GEIN', que funcionó muy bien para la subversión, para el crimen organizado que opera con impunidad en las Limas populares y en el interior del país. Además de ello un esquema de participación ciudadana activo como fueron los comités de autodefensa en la época del terror. Construir módulos básicos populares de seguridad con tecnología y cámaras se hace indispensable.
Darle a la policía el marco normativo para actuar es clave, pero también la necesidad de una reforma del sistema de justicia, de algunas leyes concretas cómo el tema de la cuantía que diferencia faltas de delitos. Muchas veces el delincuente es capturado por la PNP y al poco tiempo es puesto en libertad.
Ponerle la lupa a los esquemas de crimen organizado internacional es clave. Se habla muy poco de ello en el Perú y los informes hablan de que aquí actúan redes delictivas altamente organizadas de distintas partes del mundo, asociadas principalmente al narcotráfico.
Abordar el debate sobre la construcción y/o la privatización de megapenales es algo que no debemos eludir, hay que discutirlo abierta y públicamente. La construcción de comisarías que llevan retrasadas muchos años -como la del pueblo República Democrática Alemana en San Juan de Miraflores- es urgente también.
Sin seguridad no hay democracia ni justicia social.
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