«La Ciudad del Sol»

La Ciudad del Sol es la obra más conocida del calabrés Tommaso Campanella (1568-1639). Es una de las primeras obras de ciencia ficción y de filosofía política moderna. Campanella fue un pensador y escritor italiano que durante toda su vida, se involucró en variadas controversias religiosas y políticas. Pasó 27 años preso en Castel Nuovo, Nápoles. De hecho, en 1599 fue arrestado por las autoridades españolas que por entonces gobernaban Calabria, su ciudad natal, en Italia, acusado de conspiración contra la autoridad española y de difundir herejías religiosas. El hombre buscaba que la religión fuese más accesible para el pueblo, y promovió las ideas de la igualdad social y política.

Durante sus años en prisión siguió escribiendo y desarrollando sus ideas filosóficas, y creó La Ciudad del Sol, en 1623 (se publicaría años más tarde).
La Ciudad del Sol es gobernada por un rey filósofo, y sus habitantes -los solarianos- son virtuosos y viven en armonía y paz. Sostiene que “las riquezas [convierten a los hombres en] insolentes, soberbios, ignorantes, traidores, faltos de amor, presuntuosos en su ignorancia”.

Los solarianos viajan solamente para adquirir nuevos conocimientos y libros, mientras que los españoles “andan buscando nuevas regiones llevados del deseo de oro y riquezas”, escribe.
Las nuevas generaciones deben leer estos clásicos y a las grandes plumas contemporáneas para que la procacidad y la levedad de eso que hoy se excreta bajo el nombre de “literatura” no envilezca su sensibilidad.

Los libros encierran cada vez menos arte y aún menos sabiduría, sus páginas están pobladas por frases olvidables. Dante condenó en el Convite a los que no “adquieren las letras para su uso” sino para usarlas con ánimo de lucro (o de figuretear, que es lo mismo).

Vivimos en tiempos cuando el mercado -mayoritariamente compuesto por ignorantes- tiene la razón, y así la buena literatura se desvanece. Los verdaderos escritores bajan la pluma espantados ante personajes que, a punta de marketing y escaso vocabulario, publican novelas que son verdaderos atentados al medio ambiente por los árboles talados para la celulosa del papel de una páginas que expresarían mucho más sin letra alguna. Siempre es mejor nada que un montón de basura.

Quien quiera abrazar el arte de la escritura debe empezar por leer libros valiosos como obras de arte y reflexiones sobre la naturaleza humana y la sociedad.

Algunas fuentes afirman que Campanella se inspiró para La Ciudad del Sol en la teoría heliocéntrica de Copérnico, en la literatura hermética y en la magia renacentista. Su obra es una crítica creativa a la situación social y política de su tiempo, humillada por la dominación española en el sur de Italia, por la corrupción y la terrible miseria. Crea lo que para él es la ciudad perfecta, con seres educados, virtuosos, religiosos y donde impera la justicia social. De ese recrear la realidad y los sentimientos va la literatura, no del chisme playero mal narrado.

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