La cobardía de Macron
La barbarie estallada en Francia por la cobardía del presidente Emmanuel Macron debe servirnos de alerta porque estamos en vísperas de una nueva ola de violencia terrorista.
Macron ha apostado por políticas progresistas que propugnan la multiculturalidad de un macro estado de la Unión Europea, dentro del cual la “multiculturalidad” es necesaria vía un régimen de fronteras abiertas a la migración irrestricta de los africanos y, sobre todo, de los musulmanes.
Francia ha abjurado de sus principios nacionales y se ha convertido en una sociedad fragmentada en la cual se permite que los islamistas construyan guetos en la periferia de las grandes ciudades e impongan su cultura y sus leyes en amplios territorios que ya incluyen inclusive parte de París. Así, en muchísimos lugares los propios franceses y los extranjeros deben respetar la sharia, o ley musulmana, si quieren mantenerse a buen resguardo.
El choque cultural, en parte auspiciado por los explotadores de la mano de obra barata foránea, no es lo único. Macron es un progresista (aquí le llamaríamos caviar) que propugna la deconstrucción civilizatoria francesa y europea en aras de postulados propios de la Agenda 2030, la destrucción de la cultura judeo cristiana, la imposición obligatoria de la ideología lgbt y, en suma, la predominancia “woke”.
Frente a este drama, que se inició con actos aislados de violencia el año 2005 y ahora se agrava por la legítima acción represiva de la policía contra un adolescente - delincuente magrebí, Macron reacciona pésimo. Se limita a decir que se trata de un problema juvenil, les quita apoyo a los agentes del orden y pacta con la gran prensa y los operadores de las redes sociales para tratar de que se invisibilice la tragedia.
Mientras tanto hay centenares de heridos, miles de detenidos, millares de incendios de automóviles y propiedades públicas y privadas, así como una sociedad patriota y de derecha que empieza a reaccionar con la autodefensa, en tanto la policía advierte la inminencia de una guerra civil.
El mensaje es claro: por la subversión de izquierda en complicidad con los caviares, los separatistas, el supremacismo aimara y el complot del Foro de Sao Paulo, dentro de pocos días enfrentaremos la violencia inherente a la amenaza de la “tercera toma de Lima”. A Dina Boluarte más le vale no imitar a Macron porque en el Perú el riesgo de una guerra civil es tan grande como en Francia.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.