A la deriva

“En política sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela”, escribió el poeta Antonio Machado. Tenemos pues un presidente destinado al fracaso por su terquedad, un hombre cuya necedad dejará el Perú a la deriva porque Pedro Castillo quiere que el viento sople donde él pone la vela, no intuye el camino que debe tomar ni gobierna solo engaña. Cree que el Bien Común es para él y su banda chotana. Si algo de decencia tuviese, renunciaría y volvería a lo único que hace medianamente bien, organizar huelgas.
Los políticos -él apenas es un desarticulado sindicalista- deben liderar, pero lo suyo es lloriquear y victimizarse en un castellano que nadie entiende. Qué individuo tan huérfano de casta, de conocimientos, de carisma y de poesía. A lo largo de toda nuestra historia jamás nos gobernó nadie tan insignificante y, al mismo tiempo, ponzoñoso.
De alma diminuta, barata y débil, Castillo no tiene vocación de servicio. Lo suyo es, por ejemplo, malgastar el dinero viajando sin propósito en el avión presidencial. ¿A dónde llegará en un país donde las pistas de aterrizaje son inexistentes en las localidades más necesitadas? Del avión parrandero de su mentor Toledo (porque Castillo salió de las filas de Perú Posible, si lo han olvidado), hemos pasado al avión paseandero. Una sublime exhibición de maldad en un país donde la gente muere de hambre mientras su presidente quema decenas de miles de soles en combustible.
La tragedia de hoy es el largo plazo de la propaganda filoterrorista: “fujimorismo nunca más”, “No a Keiko”, “Alan Devuelve”, la adulación al “Gobierno de Lujo” (de PPK), el odio al inexistente “apro-fujimorismo” y demás agitprop caviar y comunista. Este muladar es consecuencia de esos acomplejados que repudian y demuelen a quienes no los toman en cuenta por inservibles, pues solo dividen, fracturan partidos y ordeñan al Estado y están siempre dispuestos a impulsar a quienes puede destruir al Perú, por eso promovieron al actual gobernante, hoy bajo investigaciones de corrupción y con sus colaboradores fugados o ya en prisión preventiva.
“Esto no da para más” dicen, pero en el Perú siempre hay para más y peor. No existe, además, propuesta ni respuesta coherente de la oposición; de esa derecha y centro que no se atreven a unirse ni a etiquetarse.
Castillo destruye el Perú; la podredumbre es obvia; la campaña agrícola 2022 está perdida, la minería está parada, pero según él hay un Golpe en marcha, porque es andino. Su discurso es tan imbécil como la victimización de Putin acusando a Occidente de impulsar una guerra contra Rusia para convertirla en una colonia para saquearla y esclavizar a los rusos. Culpar a fuerzas opositoras es propio de quienes intentan concentrar el poder y perpetuarse en él, aunque sus países queden a la deriva.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.