La pitonisa Tumialán

La Junta Nacional de Justicia, JNJ, tiene su pitonisa, su viajera en el tiempo. Es la doctora Imelda Tumialán, quien a las 24 de la detención de Jaime Villanueva, ex asesor de la suspendida Patricia Benavides, presentó un informe proponiendo suspender a Benavides, basándose en la Resolución que disponía la detención de Villanueva debido a la filtración de unos chats de coordinación con congresistas; chats que en ese momento no habían sido reconocidos por Villanueva.

Gracias a la línea de tiempo dada por la ex procuradora Katherine Ampuero en entrevista con Milagros Leiva el 11 de diciembre, vemos que Villanueva reconoció esos chats recién el 4 de diciembre. ¿Cómo así ese argumento reconocido en diciembre fue utilizado por Tumialán en noviembre?

A principios de diciembre Diana Seminario escribió en el Comercio que “en un procedimiento sin precedentes, Jaime Villanueva fue detenido como parte de una investigación del Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder (Eficcop)…que sustentó su pedido de detención por conversaciones de WhatsApp entre Villanueva y algunos parlamentarios. Según estos chats, el entonces asesor se interesaba en la inhabilitación de la ex fiscal de la Nación Zoraida Ávalos y –según la hipótesis fiscal– habría ofrecido archivar denuncias siempre y cuando se votase contra Ávalos”.

Esos chats decían, también, que Gustavo Gorriti tiene amenazado al fiscal supremo Jaime Villena, hoy Fiscal de la Nación interino. La Dra. Tumialán ¿va a investigar la partecita de Gorriti? Y si lo de Gorriti no es cierto, ¿por qué habría que creer en lo demás? Está claro que Villanueva dijo lo que dijo porque nuevamente se utilizó la prisión preventiva como método de lograr las declaraciones requeridas para perpetrar atrocidades legales.
Estamos ante una lucha de poder de los caviares contra el Congreso. Ese pus chorreado del pedestal que ellos mismos erigieron hoy no manejan a la presidenta, como es su costumbre con todos los electos. Probablemente pronto la chantajearán para ponerla a su servicio o la vitorearán por su valiente actuación en las marchas filoterroristas, que ellos apoyaron, porque así ganarán su agradecimiento y recobrarán poder entrando por cualquier grieta, como las cucarachas.

Cuídense doña Dina y señor Otárola, así opera la maquinaria caviar, te pasan por la moledora de carne o te cargan en hombros. Hasta se la hacen entre ellos mismos porque allí no hay lealtades, solo ambición.

Ayer no se debatió en el Congreso la destitución de los miembros de la JNJ, porque uno de ellos se enfermó. También ayer, en este diario, Luis García Miró escribió que el cese de la JNJ era la “única medida que le queda (al Congreso) para evitar ser nuevamente cerrado, humillado y desacreditado”, nadie imaginó que sería el propio presidente del Congreso el que lo pulverizara al dar por terminada la sesión, solo porque se recogían firmas contra él.

Mientras tanto la suspendida Benavides no está bajo ninguna investigación fiscal por el imaginario delito de organización criminal.

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