La política según Vilcatoma

“El pueblo” desconfía y está desilusionado de la mayoría de políticos, especialmente de los del partido de gobierno y sus aliados. La laxitud moral del Congreso le ha ganado 80% de desaprobación. En este escenario desgastado reconforta el anuncio de la creación de un nuevo partido. Se trata de “Perú C+”, liderado por la ex procuradora adjunta anticorrupción y excongresista Yeni Vilcatoma, reconocida por sus férreas y solitarias luchas contra la corrupción.

La doctora Vilcatoma no se ha referido al ideario de “Perú C+”, pero sí ha mencionado que no es de centro, de derecha ni de izquierda. Al parecer se trata de una propuesta humanista, independiente y alejada de la monopolización e intereses de la política como negocio de los partidos.

El filósofo español Fernando Savater sostiene que: “A un político debe exigirse que se mantenga íntegro […] que cumpla las leyes, que persiga los objetivos para los cuales ha sido elegido y no se contamine con la corrupción económica y de abuso de poder”. La actuación pública de la doctora Vilcatoma se ha dado siempre dentro de esos parámetros de transparencia, compromiso y decencia.

Por ella el Perú conoció las vinculaciones de Martín Belaunde Lossio, allegado a Nadine Heredia, con el caso “La Centralita” y los vínculos de este con Odebrecht, también cuán profundo estaba hundido el Estado en la inmundicia de la constructora brasileña durante el gobierno de los esposos Humala. Recordemos que Vilcatoma grabó al ministro de Justicia de ese régimen, Daniel Figallo, quien tratando de obstruir las investigaciones contra la constructora le increpó sin pudor: “¿Tú sabes quién es Odebrecht? ¿Tú sabes? ¡Odebrecht pone y saca presidentes, es dueño del Perú, es dueño de Latinoamérica!” Y por supuesto la despedida fue ella y los insultantes a sueldo trataron de destruirla. Esos agravios, infamias y apodos contra la joven y valiente abogada ayacuchana la fortalecieron y la convirtieron en una importante y muy respetada figura pública.

Fue de las primeras en alzar la voz para advertir sobre la necesidad de recurrir a la vacancia presidencial por las vinculaciones Guido Bellido con el terrorismo; “vinculaciones -escribió en este diario- que lo hacían inelegible, pero a Pedro Castillo no le importó. Con esa designación se puso en riesgo la defensa nacional”.

En una nota reciente, Vilcatoma afirma: “[…] la clase política está divorciada de la ciudadanía, siendo necesario y urgente una renovación total que borre a los partidos políticos tradicionales que solo actúan en función a sus intereses económicos”. Algo con lo que no se puede estar más de acuerdo, especialmente tras el vergonzoso actuar de la mayoría congresal en la votación para admitir a debate la vacancia de Castillo, el hombre que destruirá al Perú.

Quizás cuando esta pesadilla acabe, veremos una segunda vuelta entre Keiko y Vilcatoma, y por fin respiraremos tranquilos.

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