La tragedia de Chinchero
Es llamativa la obstinación de Vizcarra con el aeropuerto de Chinchero, un tema que podría enlodarlo y sacar a luz las irregularidades en torno al proyecto. Chinchero es parte de lo que conocemos como “Valla Sagrado de los Incas”, es un tesoro arqueológico visitado anualmente por buena cantidad de turistas, nacionales y extranjeros, y por investigadores. Revistas especializadas, como Science, y reputados académicos ya alertan sobre el irreparable daño que sufrirá uno de los más importante centro arqueológico de América. https://www.sciencemag.org/news/2019/02/airport-construction-threatens-unexplored-archaeological-sites-peru
La historiadora de arte peruano Natalia Majluf es contraria al aeropuerto en la meseta de Chinchero. En una nota publicada en El Comercio nos recuerda que desde 2006 el sitio es Patrimonio Cultural de la Nación por albergar la mayor cantidad de vestigios de la civilización inca (305), y que “con Machu Picchu, Písac, Ollantaytambo y la ciudad imperial de Cusco forma un paisaje cultural trazado por los incas que sobrevivió múltiples transformaciones, coloniales y republicanas”.
Doscientos expertos le han escrito al “de chiripa”, solicitándole suspender la obra y reubicarla. Más de dos mil personas firmaron una petición similar, pero el movimiento de un millón de metros cúbicos de tierra ya empezó.
Con ignorancia supina el presidente por accidente, anunció que a fines del 2023 cerca de seis millones de visitantes tendrán una ruta directa a los sitios incas, incluido Machu Picchu; como si nuestra octava maravilla del mundo no estuviese por colapsar dado la excesiva afluencia de turistas. El proyecto rebosa, además, de intereses subalternos ajenos a los nacionales y presunta corrupción.
En mayo de 2017 siendo ministro de Transportes y Comunicaciones de Kuczynski, Vizcarra anunció que dejaba sin efecto la adenda y el contrato por lesivos: al día siguiente debió renunciar por contravenir a PPK. Hacia finales del año pasado, la periodista Milagros Leiva entrevistó al ex contralor Edgar Alarcón. Este le aseguró que Vizcarra siempre supo que la adenda colisionaba con los intereses del Estado peruano. De la conversación entre Leiva y Alarcón se desprende que el propio Vizcarra, a sabiendas, delegó la firma a Fiorella Molinelli, luego la premiándola con la presidencia de Essalud; también que Nelson Schack -actual contralor- fue quien “limpió a Molinelli”. https://www.youtube.com/watch?v=MYDis2eFPzg
La investigación del caso Chinchero estuvo a cargo del fiscal José Domingo Pérez, quien con el ex Fiscal de la Nación Pablo Sánchez favorecieron a Vizcarra dejándolo limpio de polvo y paja para que asumiera la presidencia.
¡Vaya nuez!