La tremenda JNJ, un país sin ley

Un mes atrás, el Congreso votó inhabilitar por 10 años por infracción constitucional a dos miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ): Inés Tello y Aldo Vásquez. ¿Qué ocurrió?: la JNJ se zurró en el Legislativo, metió un amparo en el Poder Judicial, resolviéndose a su favor. Tello y Vásquez continúan en sus puestos, bien a la ilegal, pero están ahí. Encima, próximamente la JNJ va a llevar a cabo el proceso de evaluación y destitución de jueces y fiscales, correspondiente a sus funciones. ¡Patapúfete!

Hace unos días el Parlamento obtuvo la autorización del pleno para que interponga una demanda competencial y una medida cautelar ante el Tribunal Constitucional (TC), a fin de que establezca las competencias únicas y excluyentes que le correspondan al Poder Legislativo, conforme a lo establecido en la Constitución. Asimismo, en palabras simples, determinar si el Poder Judicial tiene la potestad de amparar a la ‘tremenda Junta’ y/o bloquear las resoluciones aprobadas por el Congreso. El Parlamento demoró en reaccionar y debe esperar que finalice este paseíllo legal. Mientras, está paralizado.

La JNJ no es un poder del Estado, aunque pretenda actuar como tal, al caballazo. Pero tiene poder y grande. Nombra, ratifica, destituye y evalúa a jueces y fiscales. También designa y remueve al jefe de la ONPE y del RENIEC. Es un organismo totalitario y amedrentador. Por eso hace lo que le canta el forro. Tello pasará su vejez en esa cuestionada institución, cosa ilegal, pero eso no importa. La tremenda Junta es ‘la ley’ y no hay ‘tu tía’. El juez que le concedió el amparo está en el limbo. El propio Poder Judicial pidió a la JNJ su destitución. Entonces, la trafa está clara, su fallo favorable tiene como telón de fondo la esperanza que, en la evaluación venidera, no lo ‘jalen’ ni separen. Amor con amor se paga. Lo más probable es que se salvará de la destitución.

‘La tremenda Junta’ cuenta con un poderío absurdo pero intimidante. Saben que son como ‘la muchachada del Karamanduka’ del vals La Palizada. Cito parte de la letra: “Somos los niños más engreídos en esta noble y bella ciudad. En la jarana somos señores… y si se ofrece tirar trompadas, también tenemos disposición”.

Esta cuestionada institución es un Frankenstein ‘vizcarrista’ diseñado por abogados y políticos del sector de izquierda progresista, también llamado caviar. Tienen vasos comunicantes con la administración de justicia y capacidad de presionar o chantajear. En cada lugar donde actúa cuenta con una red ‘amiga’. Se ha dado el lujo de contratar a una empresa de comida y exposiciones comerciales, Vento SAC para la evaluación psicológica y psicométrica de jueces y fiscales. Este ‘bitute’ indigesto parece una broma, pero no lo es. Qué explicación grasienta darán, veremos. El caso será investigado preliminarmente por Fiscalía. Será un menú a la carta.

Pronto la tremenda JNJ fallará sobre el caso de Patricia Benavides, exfiscal de la Nación y de su hermana Enma, jueza superior. Tello, la infractora, destituida por el Congreso pide la separación de las hermanas Benavides. La fiscal ha presentado una serie de recursos y peticiones. La han mandado al cacho, literalmente. La JNJ es un monstruo sin control. Si prosigue en funciones seguirá su actuación política e ilegal.

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