Lady Camones debe renunciar
La estrategia del Gobierno para consolidar una dictadura de Castillo avanza rápida e inexorablemente. Aníbal Torres, aunque por sus formas parezca un mono con metralleta, está armando un efectivo frente amplio que busca primero deslegitimar y luego disolver al Congreso.
En cada consejo de ministros descentralizado, el primer ministro agudiza el discurso de odio. Con peroratas encendidas de pasión irracional remueve las fibras más íntimas de la lucha de clases, el racismo, la discriminación de toda especie y azuza al pueblo para un levantamiento en contra del Parlamento y a favor de una asamblea constituyente. Lubrica la movilización de dirigentes de base con dinero del Estado, incrementa por lo menos en el papel los presupuestos de municipios y regiones y hace ofrecimientos de gasto desmesurado por doquier.
Los ministros, sobre todo los más despreciables sobones del Presidente, administran también una amplia red de levantiscos que se prestan para blindar a la organización criminal que se ha entronizado para saquear al Estado.
Mientras tanto, en alianza con un sector caviar, se trata de demoler a la Fiscalía de la Nación y a la Policía Nacional para impedir que avancen las investigaciones sobre la mafia chotana; y en el esquema se despliega no solo una estratagema legal imbricada, sino que también se ha formado una red de “prensa alternativa” compuesta por pseudo periodistas asalariados del Gobierno que controlan medios de comunicación informales en provincias y barrios populares limeños. En suma se reedita la estrategia de propaganda, desinformación y manipulación que diseñaron los asesores cubanos en Venezuela.
A su turno el Congreso va de mal en peor, no tiene reflejos para reaccionar ante el ataque gubernamental. El audio que demuestra el servilismo de Lady Camones a los intereses personales de César Acuña ha sido demoledor y la única salida coherente es ahora que renuncie a la presidencia de la Mesa Directiva dando paso no a una nueva elección total, sino a la sucesión según la cual correspondería el cargo a Martha Moyano.
El bloque democrático está obligado a avanzar en la censura a los ministros corruptos y en la consolidación de un nuevo proceso de vacancia presidencial; pero antes es imprescindible hacer el saneamiento ético dejando en claro que al Congreso no lo maneja un despreciable cacique norteño. Solo así podrá afirmarse la concertación y se recuperará la autoridad moral necesaria para derrotar a Castillo, su banda criminal y sus esbirros ahora envalentonados.
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